En el Museo Bellapart
Pensando a GASPAR MARIO CRUZ

<STRONG>En el Museo Bellapart</STRONG><BR>Pensando a GASPAR MARIO CRUZ

Desde principios del mes de febrero (2012), el Museo Bellapart viene desarrollando  un intenso  programa de  actividades educativas  en el que resalta especialmente la tertulia sabatina “Una obra, un artista”, actividad que, tal como sostiene la reconocida artista y crítico de arte Myrna Guerrero, directora ejecutiva de dicha institución, tiene como principal objetivo  “incentivar el acercamiento a los artistas dominicanos a través  del análisis de las obras exhibidas en la muestra permanente del Museo Bellapart, y compartir datos y anécdotas, en una práctica que destaque la formación y cotidianidad de sus autores”…

Las tertulias sabatinas se llevan a cabo el primer sábado de cada mes, en horario de 10:00-11:30 de la mañana. Cada sesión admite un cupo máximo  de 20 personas y tiene como facilitadora de primera línea a la propia directora del Museo Bellapart. Entre los artistas cuyas obras han sido analizadas en estas sesiones figuran Soucy de Pellerano, Clara Ledesma, Antonio Prats Ventós, Manolo Pascual,  Ramón Oviedo, Eligio Pichardo, Luichy Martínez Richiez y Darío Suro.

La obra analizada en la tertulia del pasado sábado 6 de octubre en el MB fue la titulada  “Baquiní”, extraordinaria talla en caoba del gran maestro Gaspar Mario Cruz, cuya repentina partida física ocurrió, precisamente, en su residencia de Villa Mella el viernes 8 de septiembre del 2006. Además de los estudiantes y profesores de arte de la Universidad Iberoamericana  -Unibe-, dicha actividad contó con la participación del crítico de arte José Saldaña, quien puntualizó sobre el aspecto de la magistral  técnica de la talla tradicional que se aprecia en la obra global de Gaspar Mario Cruz. Asimismo, tanto Myrna Guerrero como José Saldaña destacaron la riqueza formal, la poderosa capacidad de síntesis estilística y el carácter esencialmente místico e identitario de la vasta producción tridimensional del  emblemático maestro de generaciones que fue Gaspar Mario Cruz.

Como se recordará,  en la que sería una de sus últimas apariciones públicas, la noche del martes 9 de agosto del 2005, Gaspar Mario Cruz compartió, vital y emotivamente, con sus amigos y admiradores en el Museo del Hombre Dominicano con motivo de la apertura de su exposición-homenaje titulada: “Ritos, juegos y danzas”, organizada por el Museo de Arte Moderno y la Secretaría de Estado de Cultura en el marco de la XXlll Bienal Nacional de Artes Visuales.

La mayoría de las obras de aquella muestra fueron  reunidas gracias al generoso préstamo del ingeniero José Muñoz, quien, en virtud de un mandato del artista que data desde  mediados de los años 80, y a través de Último Arte S. A., tiene el encargo de  levantar un  inventario universal de sus creaciones originales; el derecho de establecer los criterios de reproducción o explotación de dicha producción; la responsabilidad de expedir certificados de autenticidad a los propietarios temporales de las obras, así como de proyectar y difundir el trascendental patrimonio artístico y cultural legado por Gaspar Mario Cruz a través  de medio siglo de intensa y fructífera actividad creadora.

Precisamente, en el contexto de la exposición señalada, José Saldaña nos advertía: “En esta muestra-homenaje que presenta el Museo de Arte Moderno en el Museo del Hombre Dominicano a don Gaspar Mario Cruz, el espectador comprobará modalidades, actitudes, logros, aportaciones y huellas muy personales e inconfundibles. Lo que más gratamente sorprenderá al espectador es la identidad lograda por Mario Cruz ante la obra de arte y nuestra cultura, es decir, el sincretismo que se aprecia en todas sus obras: costumbres, tradiciones, religión, de las cuales se nutren los pueblos para expresar sus raíces a través del arte. Gaspar Mario Cruz procede del pueblo y esos sentimientos son profundos y sinceros”…

GASPAR MARIO CRUZ

Gaspar Mario Cruz nace en San Francisco de Macorís, el 6 de enero de 1925. Desde los doce años de edad, elabora figuras de santos con barro modelado. Entre 1940 y 1941, comienza a tallar la madera. En 1948, se traslada a Santo Domingo e ingresa en la Escuela Nacional de Bellas Artes, bajo la orientación directa del escultor español Manolo Pascual. En 1952, la crítica se interesa en su obra como una tendencia específica de la escultura dominicana. En 1956, gana el Primer Premio de Escultura de la VIII Bienal Nacional de Artes Plásticas con su obra “Llanto de Baquiní”. En 1957, ingresa al cuerpo docente de la Escuela Nacional de Bellas Artes y al siguiente año obtiene, nuevamente, el Primer Premio de Escultura de la  IX Bienal con su talla en caoba titulada “Amantes”.

En 1960, gana el Segundo Premio de Escultura de la X Bienal con “Muchachos con Flauta Taína”. En 1964, presenta su primera exposición individual en la Alianza Francesa y recibe el Tercer Premio de Escultura en el concurso E. León Jimenes. En 1965, Gaspar Mario Cruz participa en las exposiciones del Frente Cultural, apoyando al movimiento constitucionalista. En el año 1967, presenta su segunda exposición individual en la Alianza Francesa y participa en la Bienal de Sao Paulo. En 1968, forma parte del grupo PROYECTA con Ada Balcácer, Domingo Liz, Fernando Peña Defilló, Félix Gontier, Thimo Pimentel y Leopoldo Pérez-Lepe-.

En 1985, como presidente del Colegio Dominicano de Artistas Plásticos, organiza el Primer Simposio Iberoamericano de Escultura en la Galería de Arte Moderno. En este evento, comparte experiencias con artistas internacionales como Nancy Craves (USA), Estuardo Maldonado (Ecuador), Pablo Rubio (Puerto Rico) y con reconocidos críticos de arte como Luis González Robles (España), Gastón Diehl (Francia), Raquel Tibol (México) y Bélgica Rodríguez (Venezuela). En 1989, recibe el encargo para la realización de las puertas de la Catedral de Santiago Apóstol, en Santiago de los Caballeros. Este mismo año, la Magna Asamblea de la Asociación Internacional de Artistas Plásticos, adscrita a la UNESCO, lo elige en Madrid como Presidente de Honor.

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