Christopher Condon y Jeanna Smialek
El mensaje del 18 de diciembre de la Reserva Federal y otros dos organismos del gobierno parecía bastante inocuo. “Recordaba” a las instituciones financieras las “orientaciones normativas existentes sobre las prácticas prudentes de gestión del riesgo en materia de préstamos para propiedades comerciales”.
Pero, no se confundan, el comunicado conjunto de la Fed, la Corporación Federal de Seguro de Depósitos y la Superintendencia de Entidades Financieras envió una importante advertencia a los bancos de todo Estados Unidos respecto a que los reguladores federales estaban en alerta máxima por la laxitud de las normas sobre préstamos y las concentraciones poco prudentes de préstamos fomentadas por un mercado inmobiliario que se está recalentando en ciudades de Boston a Dallas y Seattle.
Si resulta efectiva, la táctica también podría dar más margen a autoridades que se inclinan por disponer aumentos graduales de las tasas de interés luego del primer incremento de la Fed en casi una década el 16 de diciembre. Al contener las posibles burbujas, la aplicación exitosa de la normativa podría evitar que los funcionarios tuvieran que elevar las tasas rápidamente y permitiría que la economía acumulara suficiente impulso para hacer subir la inflación a la meta de 2 por ciento de la Fed.
“Están pecando por exceso de estímulo, de modo que siempre existen riesgos para la estabilidad financiera”, dijo Ángel Ubide, miembro sénior del Instituto Peterson de Economía Internacional de Washington. En ese caso, señaló, tiene sentido equilibrar una política monetaria de bajas tasas de interés con medidas de regulación agresivas”.
Crisis de hipotecas de riesgo. Obsesionados por el derrumbe del mercado de las hipotecas de alto riesgo, pero interesados en mantener el pie en el acelerador de la política monetaria porque la inflación está por debajo de su meta desde hace más de tres años, los funcionarios de la Fed están aplicando presiones normativas antes, con más precisión y de manera más agresiva para eliminar las burbujas de activos incipientes.
“Es evidente que la Fed está más sensible que en el pasado”, dijo Mark Mason, máximo responsable ejecutivo de HomeStreet Bank, institución comunitaria de préstamo con sede en Seattle. “La última vez fue reactiva y tiene que ser preventiva”.
El objetivo es erradicar las amenazas a la estabilidad financiera antes de que afecten a toda la economía sin tener que recurrir a la herramienta burda de elevar rápidamente las tasas de interés. Un ajuste abrupto podría sofocar la débil recuperación estadounidense y hacer que la economía vuelva a caer en recesión.
El intento de eliminar la amenaza con regulación tiene un solo problema: no hay pruebas reales de que funcione.
“El clima de regulación luego de la crisis está mucho más orientado a tomar medidas antes de que haya gran inestabilidad”, dijo Gennadiy Goldberg, estratega estadounidense de TD Securities en NuevaYork. No obstante, piensa que la Fed deberá tener a mano el martillo de las tasas de interés. “Creo que está haciendo las dos cosas”.