Este ha sido un proyecto que hemos apoyado por la pasión que sentimos por el arte y en reconocimiento de que todo pueblo tiene el deber de conservar el valioso aporte de tantos artistas, nacionales e internacionales, que nos han honrado con su obra y que, gracias a la meritoria labor del Museo de Arte Moderno (MAM), rector y custodio de esa herencia, hoy podemos todos disfrutar y atesorar” (Alberto Y. Cruz, 2018).
El Ministerio de Cultura, el Museo de Arte Moderno y Excel Group, acaban de materializar uno de los grandes sueños del sector artístico dominicana con la publicación titulada “Historia de la Bienal/La Bienal en la historia (1942-2015”, obra de acopio e investigación sumamente valiosa por la diversidad y profundidad de su contenido, así como por el extraordinario aporte que suma a la bibliografía histórica y especializada sobre las artes plásticas y visuales de nuestro país.
En efecto, el libro se constituye en una verdadera joya editorial para la memoria del arte dominicano que contiene cuatro ensayos esenciales en los que Danilo de los Santos, Laura Gil Fiallo, Myrna Guerrero y quien suscribe, exponen ampliamente sus particulares consideraciones sobre los aportes trascendentales de la Bienal Nacional de Artes Visuales a los fondos del Museo de Arte Moderno y al patrimonio artístico y cultural de la República Dominicana.
En un su ensayo titulado “Historia de la Bienal. La Bienal en la Historia”, Danilo de los Santos aborda los inicios del evento, resaltando justamente la labor y las ideas visionarias del Dr. Rafael Díaz Niese (1897-1950) al mismo tiempo que contextualiza la “programática puntual” y el proceso de fortalecimiento institucional que registra la Bienal Nacional en sus diez primeras convocatorias (1942-1960).
“Las bienales nacionales de artes plásticas. Desde sus inicios hasta la Revolución de Abril”, es el título del ensayo en el que la Dra. Laura Gil Fiallo destaca la constante del “predominio de la pintura y los pintores” en las primeras cuatro convocatorias de la Bienal (1942-1948); los brotes fortalecedores de la escultura y el dibujo, además del afianzamiento de la figuración y la abstracción durante las siete ediciones realizadas entre 1950 y 1963.
Asimismo, Laura Gil subraya la incidencia de la Bienal en el proceso originario de la modernidad artística en Santo Domingo: “A través de las Bienales, vemos cómo arraigan entre nosotros la mayoría de las primeras vanguardias, salvo el cubismo, que nos llegaría en los años treinta de la mano de Jaime Colson. El expresionismo, el cubismo, la abstracción y el surrealismo, encontraron en ellas su lugar, pero también los paisajes y retratos de corte más académico, y el impresionismo tardío”…
Mientras que Myrna Guerrero, actual directora del Museo Bellapart, en su ensayo “Recuperación de las bienales e irrupción del arte contemporáneo (1972-1984)”, apunta con rigor sobre las cinco ediciones celebradas en este periodo; sobre la decadencia del academicismo; la incorporación de nuevos modelos educativos; la intensificación de las rupturas vanguardistas; el valor estético y cultural de las obras premiadas; el respaldo consistente de los artistas y sobre la Bienal Nacional de Artes Visuales como espacio de confrontación y reconocimiento del arte dominicano contemporáneo.
Con más de siete décadas de historia y veintiocho ediciones, la Bienal dominicana, con la calidad, dignidad y esplendor que han caracterizado sus mejores momentos, ha venido renovando la agenda vital, emocional, creativa y recreativa, no solo de los artistas plásticos y visuales dominicanos, sino también de los sectores más sensibles de nuestra sociedad.
Sin embargo, tal como nos advierte María Elena Ditrén: “pese a su gran trayectoria, no existe aún un estudio pormenorizado y de conjunto que estudie su historia y su contribución en el desarrollo del arte nacional. De ahí la importancia de esta publicación que estudia la evolución de la Bienal vista a través de los premios, y viene a ser la primera en compendiar, a manera de aproximación, la evolución histórica de la Bienal Nacional de Artes Visuales”…
Y agrega de inmediato la actual directora del MAM: “En este sentido, este libro es una iniciativa conjunta del Museo de Arte Moderno y las empresas del Grupo EXCEL, a partir del deseo expreso y la generosidad del señor Alberto Y. Cruz de contribuir a la puesta en valor y difusión del patrimonio artístico de la nación. Una acción loable y coherente de su parte, que se suma a otras participaciones y contribuciones de diversas índoles con este museo y otras instituciones culturales”…
La publicación ha sido recibida de manera positiva por coleccionistas, galeristas y estudiosos del arte, tanto dentro como fuera del país. “Cuando tuve en mis manos un ejemplar del libro “HISTORIA DE LA BIENAL. LA BIENAL EN LA HISTORIA/1942-2015”, admito que una fuerte carga emocional se desató en mi interior. Este libro, por el rigor de su investigación iconográfica, el alto diseño que conjuga lo clásico con lo contemporánea; la documentología de referencia y la sobria calidad artesanal en su producción editorial, tiene la categoría de libro-objeto de clase internacional que habrá de ser referencia clave para los investigadores de las próximas generaciones”, expresa el reconocido curador y crítico de arte Abil Peralta Agüero.
“Se trata de un auténtico libro incunable que testimonia de manera elocuente la sabia visión que, en materia de alianza estratégica Gobierno-sector privado, han sabido conjugar y materializar con éxito y admirables resultados el Ministerio de Cultura, el Museo de Arte Moderno y el grupo empresarial Excel, liderado por don Alberto Y. Cruz, en una acción de mecenazgo cultural privado sin precedentes en nuestro medio”, manifiesta entusiasmado el director de la Unidad Técnica de Cultura de la Cámara de Diputados.
Por su parte, Ranier Sebelén, exitoso galerista y experto coleccionista del arte latinoamericano, expresa con entusiasmo: “hace tiempo que era necesario un libro de consulta para los amantes y estudiosos de las artes visuales sobre la historia de las bienales en la República Dominicana. Felicito al señor Alberto Cruz y al Museo de Arte Moderno por el gran esfuerzo y la dedicación con que han hecho posible esta hermosa y delicada edición del primer tomo de la gloriosa historia de la Bienal dominicana, la más antigua e importante del Caribe y el continente americano en su género…Ojalá que se publiquen más libros similares”…