La Inversión Extranjera Directa (IED) acumuló US$17,219 millones desde 2009 hasta junio de 2016. Los principales sectores de crecimiento fueron comercio e industria, 23.43%; minas, 19.31%; inmobiliarias, 13.24%; turismo, 12.86%; telecomunicaciones, 8.95%; electricidad, 8.85%; zonas francas, 6.82%, y finanzas, 6.53%, según el Banco Central de República Dominicana (BCRD) y un análisis del Barómetro de Energía y Minas (BEM).
Los datos permiten constatar que el sector minero-eléctrico comprende el 28.16 por ciento de la totalidad de la inversión foránea en el país.
En promedio, la tasa de crecimiento de las inversiones directas en el país registró 3.14% de 2010 a 2015, con un pico de 38.02% en 2012, en gran medida a causa de las cuantiosas inversiones de Barrick Pueblo Viejo, y luego en 2013 registró una caída de 36.66%, a raíz de voluminosas desinversiones llevadas a cabo por varias corporaciones y la bajada pronunciada de las afluencias inversoras al país.
Finalmente, en el caso de las inversiones directas extranjeras por país desde 2009 hasta junio de 2016, los tres países líderes son Canadá, con 20.79%; Estados Unidos, 19,43%, y México, 4.32%. Le siguen España, con 3.87%; Francia, 1.21%, y Holanda 1.15%, repartiéndose el restante 49.23% varias naciones.
El BEM muestra que este tipo de inversión no representa en modo alguno en todos los casos una expansión de capital real, en razón de que da cuenta de adquisiciones o fusiones y financiaciones operativas a breve plazo. Por ejemplo, entre 2009 y 2014, de conformidad a datos difundidos por la CEPAL, la estructura de las inversiones directas en República Dominicana, exceptuando los capitales especulativos y de corto plazo, se compuso de aportes de capital: 46.47%, reinversión de utilidades: 43.97% y préstamos intra-firma: 9.55%.
La publicación resalta que de 2010 a 2015, los tres primeros puestos de inversiones directas fueron ocupados respectivamente por turismo, US$486 millones; zonas francas, US$187 millones, y telecomunicaciones US$155 millones.
Mientras que las de signo negativo o desinversiones correspondieron a minería US$752 millones; electricidad, por US$218 millones, e inmobiliarias, US$25 millones.
El BEM explica que los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) son una de las principales fuentes de capital para alcanzar supuestamente el crecimiento de la economía, proceso de capitalización, acceso a la tecnología, aumento de la empleabilidad y ensanchamiento de los mercados interiores y exteriores en el país destinatario.
Resalta que el más importante motivo de realización de este tipo de inversión de capital obedece a la obtención de altas tasas de rentabilidad por medio de la contracción de costos de explotación de recursos naturales, adquisición de bienes intermedios, contratación de fuerza de trabajo y recepción de exenciones fiscales o pagas de bajas tributaciones.
Destaca que en muchas ocasiones las tributaciones corporativas de las empresas extranjeras ayudan a la fiscalidad del país; pero en otras la serie de exoneraciones y exenciones, la multiplicidad de facilidades no reflejan los reales costes de producción y venta.