Para muchos de los entendidos los armadores o base son catalogados como los “duendes encantados”, y todo por el gran manejo del balón que exhiben con el objetivo que ningún enemigo pueda arrebatárselo.
En tal sentido se han convertido en piezas imprescindibles en el éxito o no de sus respectivos equipos.
Pero lo más relevante es el crecimiento de esa especie, el cual imprime un mayor brillo y esplendor a la NBA. Basta solo con mirar las plantillas de los distintos equipos para darse cuenta de la realidad.
Razón por la cual hemos hecho un trabajo minucioso sobre lo “mejor de los mejor” de esa posición, el cual va desde su inteligencia, personalidad natural y manejo del balón, hasta el más mínimo detalle táctico-técnico del juego de estos versátiles jugadores.
Así porque estos jugadores tienen que complementar sus cualidades físicas y mentales con su destreza para poner a funcionar a su equipo a un máximo de acción. Además de complementar esas habilidades felinas con sus destacadas actuaciones ofensivas.
En la actual campaña el titular jugador James Harden, de Houston Rockets, el cual está también protagonizando el rol de armador, es el líder en asistencia de la NBA.
Evidencia es que su promedio de 11.3 asistencias por juego, el mejor de la liga. En 58 partidos que ha visto acción suma 654 en 36.5 minutos por encuentro.
El armador John Wall, de Washington Wizards, le sigue los pasos de cerca con un porcentaje de 10.6 por cotejo al totalizar 563 en 53 juegos. Escoltado por Russell Westbrook, de Oklahoma City, con average de 10.1 asistencias por encuentro.
El “Rey” LeBron James, de Cleveland Cavaliers, es un extraño que invade el terreno ajeno. Y todo por ocupar el cuarto puesto con 8.8 por choque. Luego regresan sus representantes con Ricky Rubio, Minnesota Tomberwolves; Jeff Teague, Indiana Pacers, y Jrue Holiday, de los Pelicans de New Orleans con promedios de 8.4, 8.1 y 7.5 asistencias por juegos, respectivamente. Además de Kyle Lowrie, Toronto Raptors, y Deron Williams, de Dallas Mavericks, con 6.9 y 6.9 balones repartidos por choques.