La unidad del PLD.- No puede ser una coincidencia y no lo es, porque desde hace tiempo se le viene advirtiendo al PLD sobre el riesgo de que sus fisuras internas degeneren en una crisis divisionista. Que Leonel Fernández, expresidente de la República, proclame públicamente que el gran desafío que tiene por delante esa organización es preservar la unidad que le ha permitido alcanzar todos los triunfos electorales, y que ese mismo día el aspirante presidencial Francisco Javier García exhorte al liderazgo peledeísta a que aproveche las festividades navideñas para reflexionar sobre la necesidad de que la organización se mantenga unida, simplemente quiere decir que su dirigencia no es indiferente a lo que ocurre, como se ha llegado a pensar debido a la pasividad del Comité Político, que parece haber entrado en un período de hibernación prolongada del que no se sabe cuándo despertará. ¿Pero está dispuesto ese liderazgo, que encabezan el expresidente Fernández y el presidente Danilo Medina, a sentarse a discutir y analizar las razones por las cuales la unidad que tantos triunfos electorales ha propiciado está hoy amenazada? Y mas importante todavía, ¿están dispuestos a reconocer lo que desde fuera parece tan obvio; que las pugnas entre danilistas y leonelistas, que alcanzarían su punto de máxima tensión con la escogencia de los candidatos para las elecciones presidenciales, congresionales y municipales del 2016, podrían convertirse en el detonante de esa temida crisis? Es verdad lo que dice el expresidente Fernández. El gran desafío del peledeísmo, si quiere seguir disfrutando de las mieles del poder, es preservar su unidad interna. Pero más allá de la retórica a la que es tan aficionado el presidente del PLD oportuno es recordarle su responsabilidad de hacer todo lo que esté a su alcance para mantener a los peledeístas en el Palacio Nacional, incluido renunciar a su empecinado propósito de ser un candidato presidencial con todos los vientos en contra.