Como bien dicen, el tiempo pasa más rápido cuando uno se está divirtiendo, y sin lugar a dudas, esto lo pueden confirmar lo más pequeñitos de la casa, que no encuentran un tiempo más divertido que las vacaciones, especialmente estas de verano.

Razón por la cual, los niños al igual que los adultos, esperan con ansías esta época de vacaciones y es que necesitan de ellas para despejarse de las tareas habituales que han tenido durante el año escolar, para vivir nuevas experiencias. Aunque por otro lado existe la preocupación de los padres, de que olvidarán parte o gran parte de lo que aprendieron durante el año escolar y es por ello que recurren a las vacaciones útiles, ciclos de nivelación o adelanto.

Pero no debemos olvidar, que las vacaciones deben ser en todos los casos períodos de descanso y recreación. Sólo en el caso de que el niño lo necesite deberá seguir programas de recuperación. De lo contrario, las vacaciones deben ser única y exclusivamente recreativas y divertidas para el niño, donde pueda experimentar nuevas opciones, diferentes a las del periodo escolar; ya que no es beneficioso recargarlo con más cursos puesto que durante casi todo el año se ha estimulado la parte lógica del cerebro, aquella que está relacionada con el lenguaje, las matemáticas y todas las materias que la escuela refuerza o profundiza constantemente, por lo cual este es el momento propicio para estimular la otra parte del cerebro, la parte creativa, de esta manera estaremos favoreciendo el desarrollo y la educación integral del niño, al mismo tiempo en que al compartir más con ellos, reforzamos las relaciones familiares.

Tengamos siempre presente, que las vacaciones no deben ser sinónimo de descontrol, por el contrario los padres debemos procurar que se respeten los horarios de sueño y comida de los niños; aunque éste no sea tan riguroso como en la etapa escolar, es necesario que el niño mantenga sus hábitos diarios y que éstos no se pierdan.

En virtud, de que los días de vacaciones se están terminando, y ya pronto estaremos viviendo el proceso de readaptación del regreso a clases, son varios los días que necesitamos para ir trabajando esta “readaptación”, pero para suavizar estas complicaciones existen una serie de conductas que permitirán que el regreso al colegio sea más sencillo, dependerá de la actitud que tomemos desde YA los padres con sus hijos.

Algunas recomendaciones son:

– Acostarlos más temprano, durante estos últimos días de las vacaciones se debe recuperar los hábitos de sueño normales.

– Fijar los horarios de estudio y ocio. Estos horarios, recomendamos que sean incrementándose de manera paulatina, poco a poco, hasta conseguir el horario que queremos. Es muy importante, además, que sean fijados y se vayan cumpliendo desde el primer día.

– Ayudarles a acostumbrarse a llevar una “agenda”, donde queden reflejados todos sus exámenes, trabajos, entregas de tareas…, e incluso las vacaciones, de tal manera que se vayan marcando metas a corto plazo.

– Ir motivándoles con actividades extraescolares, eso sí, sin saturar con tanta actividad y eligiendo las que más se adecúen a la edad del niño/a.

– Transmitirles una impresión positiva, echar un vistazo a los nuevos libros, explicar a los niños lo que se van a encontrar, instalaciones, tipo de escuela, compañeros, etc, de este modo la aceptación será más sencilla. Que los niños preparen su material escolar, acompañen a sus padres a comprar los libros de texto y uniformes y así sean conscientes progresivamente del cambio de rutinas. En definitiva, ir anticipándoles positivamente, todo aquello a lo que se van a enfrentar.