Desde la llegada de Kevin Durant hace un par de veranos, y a excepción de las (maravillosas) , los Warriors han competido contra sí mismos.
Contra su propia exigencia y capacidad de integrar semejante cantidad de talento, a todas luces histórico, en una estructura colectiva que funcionase ajena a egos y estridencias.
Aún más, Durant y Klay Thompson se sacrificaron para seguir adentro de la franquicia.
En verano la franquicia, modelo a seguir también por su labor de Gerencia, captó a DeMarcus Cousins para la causa.
Amén de seguir contanto en la gerencia con Steve Kerr, un entrenador que ha sabido mover las fichas en el momento preciso que lo ha necesitado el equipo.