WASHINGTON. AFP. Decenas de manifestantes pidieron ayer detener las deportaciones de inmigrantes indocumentados al presidente estadounidense Barack Obama, quien enfrenta una crisis originada por el arribo masivo de niños que cruzan ilegalmente la frontera. «Las deportaciones lastiman a nuestras familias, separándolas injustamente y lastiman a nuestras comunidades», dijo a la AFP el reverendo luterano Carmelo Santos, uno de los varios líderes religiosos presentes en la protesta.
«Presidente Obama, luche por las familias», se leía en varias pancartas que portaban frente a la Casa Blanca los manifestantes, entre ellos muchas mujeres centroamericanas con niños pequeños.
A medida que el proyecto de reforma del sistema migratorio se iba empantanando en el Congreso, los activistas a favor de los inmigrantes intensificaron en los últimos meses sus pedidos a Obama de que tome medidas unilaterales para detener las deportaciones, que batieron un récord durante su mandato.
Familias de padres inmigrantes que viven ilegalmente en Estados Unidos desde hace años pero con hijos nacidos en este país y por tanto ciudadanos, temen ser separadas por los funcionarios de la agencia inmigratoria ICE. Ana, de 26 años, esposa y madre de dos hijos, fue detenida hace dos años «solo por parecer latina» y ahora vive esperando ser deportada a su Guatemala natal.