Ocupación vías afecta peatones

Ocupación vías afecta peatones

Las mismas instituciones del Estado que deben servir de ejemplo son parte del exorbitante desorden producido por los vehículos estacionados en las aceras y contenes en las calles de la ciudad de Santo Domingo, lo que pone en peligro la vida delos peatones.

El estacionamiento de los vehículos en las aceras se ha convertido en un problema del día a día en nuestro país, donde se puede observar cómo hasta en los contenes de instituciones estatales como Obras Públicas, los vehículos son estaciones impidiéndoles el paso de los peatones.

Inclusive si se intenta pasar por los alrededores de Salud Pública se observa que no solo las aceras están ocupadas por los vehículos estacionados que impiden el paso a los transeúntes, también hay carros organizados, creando parqueos, que simulan pertenecer a la institución.

Al mismo problema se enfrentan los peatones en la calle César Nicolás Penson próximo al Palacio Nacional, donde en plenas narices de un agente de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) el entaponamiento es una realidad debido a que los choferes estacionan los carros en las aceras y los peatones tienen que interrumpir el tránsito para poder llegar a su destino.

Las personas con discapacidades se ven más afectadas puesto que les resulta difícil tener que transitar por las calles exponiéndose a un posible accidente que puede terminar con su vida y enfrentando el maltrato verbal de los conductores que en sus apretadas agendas intentan salir del paso de cualquier manera.

Las aceras también son utilizadas como centros de trabajo. Tal es el caso de las tiendas de venta de repuestos para vehículos que están ubicadas en la calle Francisco Villaespesa, en el Ensanche la Fe.

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Los peatones

La misma problemática asedia a los peatones que transitan por las calles Leopoldo Navarro, Enrique Henríquez y las que están próximo al parque Independencia, entre otras, ya que no tienen más opción que lanzarse a la calle y exponerse a los peligros. Los peatones caminan con temor a ser chocados por los conductores de carros y motores.

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