En República Dominicana hay una cultura forzada del pelo: el cabello exuberante y rizado (pajón) ha sido visto históricamente como feo, ingobernable y asociado con las raíces afrodominicanas, desde la niñez las mujeres son empujadas a someterse a tratamientos abrasivos para “laciar” el pelo y encajar así en el “patrón de belleza” establecido.
De hecho un estudio realizado en 2016 por el Instituto de Percepción en Estados Unidos confirmó que las mujeres negras con cabello natural experimentan prejuicios en el lugar de trabajo.
Más allá de los lugares de trabajo, el pelo afro es objeto de prejuicios racista en muchos espacios sociales incluyendo escuelas y universidades, donde niñas y adolescentes con rizos son obligadas a llevar el cabello recogido e incluso reciben insultos como “amárrate esa greña” o “pelo malo”.
Por razones como esa nació la iniciativa “Rizos de felicidad”, creada por Sayuris Bonnet y a la que se han sumado en seis meses unas 21 personas más, entre las que figuran: Yahisa Lamis Vidal, Medeline Reyes, Leslie Holguín, Ángela de Jesús, Gabriela Tapia y Daniela Herrera.
El objetivo de esta iniciativa es enseñar a los niños y niñas de 3-12 años y a sus tutores a reconocer y valorar su identidad a través de talleres teórico-prácticos sobre el cabello natural.
Bonnet fundadora del proyecto, contó que esta idea nació de una visita que hizo a Monte Plata, donde una niña de tres años la llamó fea por no tener el cabello lacio, “me chocó mucho que una niña tan pequeña ya tenga el prejuicios y esté siendo sometida a los parámetros de belleza establecidos”, cuenta.
Fue en ese momento cuando vio la necesidad de educar sobre la identidad y origen de los dominicanos desde la niñez.
Expresó además que la meta es instruir, “solo así rompemos paradigmas y creamos las condiciones para que las personas amén su naturaleza y recuperen su identidad y por eso, “Rizos de felicidad” se ha propuesto impartir su taller ‘Amando mi naturaleza’ una vez por mes, hasta alcanzar todas las provincias del país”.
Es por ello que realizan numerosos talleres para enseñar a niños y padres a reconocer y valorar su identidad a través de entrenamientos sobre el cabello natural. El primer taller fue realizado en Monte Plata, provincia donde esta idea nació.
Parte teórica. Es donde se enseña contenido sobre historia y ancestros, derechos humanos y constitucionales, qué es el cabello natural, tipos de texturas, valoración, autoestima y otros temas de una forma dinámica, divertida y con una metodología adaptada para cada edad. Además, en el segundo bloque del taller todos tienen la oportunidad de practicar lo aprendido.
Parte práctica. Luego en la parte práctica los padres estilizan el cabello de sus pequeños, sin importar si es lacio, ondulado, rizado o crespo y aprenden qué productos utilizar y cómo aplicarlos bajo la guía y el apoyo de un equipo de tutores capacitado para esto.
De su lado Yahisa Lamis Vidal, quien es abogada de profesión, explica que muchos de los parámetros de belleza en el país violan los derechos humanos, “a las niñas se les alisa el pelo desde muy pequeñas y se les niega la oportunidad de conocer su origen y sentir orgullo por este”, explica.
El último taller de “Rizos de felicidad denominado “Amando mi naturaleza” fue impartió a 52 niños y sus padres acompañantes en el recinto de la UASD de San Cristóbal.
La idea según aseguró Sayuris Bonnet es realizarlo en cada provincia y crear toda una red de colaboradores que defienda el derecho a llevar a elegir como lucir el cabello.