Roberto Fulcar advierte pretensión continuista del PLD es peligrosa herencia de la tiranía

Roberto Fulcar advierte pretensión continuista del PLD  es peligrosa herencia de la tiranía

El primer vicepresidente y coordinador general del equipo de Luis Abinader alertó hoy sobre la pervivencia en el país de características y rasgos propios de la tiranía, presentes en el pensamiento y el comportamiento de sectores políticos y sociales.

Uno de esos rasgos es el continuismo, un remanente personalista, egoísta y autoritario de los regímenes de fuerza, abrazado por la cúpula del Partido de la Liberación Dominicana, sostuvo el dirigente político entrevistado esta mañana en Telematutino 11.

“La evidencia más clara de esa vocación caudillista y continuista en el liderazgo peledeísta es la lucha entre dos dirigentes, uno por retornar a la presidencia de la república después de tres periodos de gobierno, y el otro intentando modificar la Constitución para eliminar el impedimento de volver a postularse después de dos periodos”, precisó Roberto Fulcar.

Afirmó que el continuismo es la principal retranca para el desarrollo sostenible del país, porque en lugar de políticas públicas de fondo y trascendentes, los gobernantes prefieren las acciones populistas que pueden ser explotadas mediáticamente para fines electorales.

Ejemplos

El dinero que debiera ser invertido en planes para el desarrollo y la competitividad del sector agropecuario, el modelo del PLD prefiere utilizarlo en la publicidad de las visitas sorpresa.

En lugar de invertir en mejorar las condiciones de vida de las familias dominicanas que viven en la frontera, el gobierno está invirtiendo en una agresiva publicidad sobre la presencia de equipos de transporte militar en la zona fronteriza.

Recursos que debieran ser invertidos para prevenir y enfrenar la delincuencia y la criminalidad, son destinados a una costosa publicidad pretendiendo convencer de que aquí todo está bien y que nada negativo está ocurriendo.

Y es el mismo caso de la educación, área en que el gobierno malgasta una gran cantidad de dinero en publicidad y no enfocarse en las variables que pueden contribuir a mejorar la calidad de la enseñanza, lo cual no se ha logrado a pesar del 4% del PIB con que se está financiando la educación en los últimos años.