Doctora Awilda E. Candelario
Neurólogo – internista. Gerencia de Neurología del Hospital General de la Plaza de la Salud (HGPS).
El alzheimer (trastorno neurocognitivo o demencia), es una enfermedad neurodegenerativa crónica y progresiva que destruye la memoria y otras funciones mentales como la percepción, la memoria, el lenguaje, el razonamiento, la atención, la resolución de problemas y la toma de decisiones.
En el mundo entero hay unos 50 millones de personas que padecen algún trastorno neurocognitivo y cada año se registran cerca de 10 millones de nuevos casos.
Entre un 60 y un 70 % de los casos corresponde a la enfermedad de Alzheimer, que afecta a más millones de personas a nivel mundial, entre quienes la padecen directamente y sus familiares cuidadores.
El alzheimer es una alteración neurodegenerativa primaria que suele aparecer a partir de los 65 años, aunque también puede presentarse entre gente más joven.
Su etiología aun es desconocida. Debido al aumento de la población anciana mundial, el número de pacientes muestra una tendencia de crecimiento rápido, por lo que es importante reconocer los signos precoces y su prevención.
La demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en el mundo entero.
La demencia es causada por diversas enfermedades y lesiones que afectan al cerebro de forma primaria o secundaria, como el alzheimer o los accidentes cerebrovasculares.
Esta enfermedad es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en todo el mundo, y puede resultar abrumadora para los cuidadores y familiares.
A menudo hay una falta de concienciación y comprensión de la demencia, lo que puede causar estigmatización y suponer un obstáculo para que las personas acudan a los oportunos servicios de diagnóstico y atención.
La demencia afecta a cada persona de manera diferente, dependiendo del impacto de la enfermedad y de la personalidad del sujeto antes de empezar a padecerla.
Los signos y síntomas relacionados con la demencia se pueden entender en tres etapas.
Etapa temprana. A menudo pasa desapercibida, ya que el inicio es paulatino. Los síntomas más comunes incluyen:
-Tendencia al olvido.
-Pérdida de la noción del tiempo.
– Desubicación espacial, incluso en lugares conocidos.
Etapa intermedia. A medida que evoluciona hacia la etapa intermedia, se vuelven más evidentes y más limitantes. En esta etapa las personas afectadas:
– Empiezan a olvidar acontecimientos recientes, así como los nombres de las personas.
– Se encuentran desubicadas en su propio hogar.
– Tienen cada vez más dificultades para comunicarse.
– Empiezan a necesitar ayuda con el aseo y cuidado personal.
– Sufren cambios de comportamiento, por ejemplo, dan vueltas por la casa o repiten las mismas preguntas.
Etapa tardía. En la última etapa de la enfermedad, la dependencia y la inactividad son casi totales. Las alteraciones de la memoria son graves, los síntomas y signos físicos se hacen más evidentes. Los síntomas incluyen:
– Una creciente desubicación en el tiempo y en el espacio.
– Dificultades para reconocer a familiares y amigos.
– Dificultades para caminar.
– Alteraciones del comportamiento que pueden exacerbarse y desembocar en agresiones.