Sosúa, Puerto Plata.- El sector hotelero de este destino turístico de la Costa Norte se siente abandonado por el Gobierno, porque las obras que prometió no se sabe cuándo iniciarán, y otras que están en ejecución se desconoce cuándo serán concluidas.
La queja que más se escucha de parte de los representantes turísticos es que con el sector oficialista “no hemos tenido la suerte de otros destinos, donde la mano gubernamental se ha dejado sentir de manera generosa en lo que respecta a la construcción de obras de desarrollo económico y social”.
Representantes de la Asociación de Desarrollo de Cabarete (ADECA), de la Asociación de Hoteles y Restaurantes Sosúa-Cabarete (Ashoresoca) y de la Asociación para el Desarrollo Sostenible de Sosúa (ADSS) enumeran en un documento entregado el 24 de mayo último al presidente Danilo Medina las cinco obras prioritarias para el desarrollo de ambas comunidades.
Entre estas obras se citan la construcción del proyecto plaza de vendedores en la playa de este poblado; la construcción del hospital público para Sosúa y Cabarete; el remozamiento del centro del distrito turístico de Cabarete, y la terminación de la planta de tratamiento de aguas residuales para ambos polos.
También se incluye un ataque frontal contra la prostitución que afecta a Sosúa, la cual se ha desbordado.
Los directivos de la ADSS, Andrés G. Pastoriza, Loli Polanco Escaño y David Ferreiras Jiménez, y Humberto Pichardo, de Ashoresoca, coincidieron en que la ejecución de estas obras son necesarias para impulsar el renacer turístico de “nuestras comunidades, atraer turistas e inversionistas, motivar la reapertura de hoteles actualmente cerrados y la construcción de las nuevas instalaciones de este género”.
Además dijeron, en entrevista exclusiva para HOY, que estas acciones son imprescindibles para poder dinamizar la economía de esta región, crear nuevos centros de trabajos y aportar nuestra cuota en el crecimiento en la llegada de más turistas.
Los empresarios turísticos plantean que los esfuerzos desplegados en tiempos recientes por el Gobierno y el Ministerio de Turismo, incluido el sector privado de Sosúa-Cabarete, “no han sido suficientes para relanzar el turismo en estas comunidades para recuperarnos de la drástica baja de casi un 50% sufrida en la llegada de pasajeros extranjeros en la última década”.
Prostitución. Pastoriza recuerda que en el pasado Sosúa era un destino de turismo familiar, pero en los últimos 15 años esto ha cambiado drásticamente, porque la prostitución “nos arropa por lo que urge que rescatemos lo que en el pasado nos sirvió de soporte en el aspecto económico a través de una actividad completamente sana y no contaminada como en la actualidad sucede”.
Manifestó que es necesario que se ordene y se reubique a las prostitutas para que Sosúa recobre su turismo de familia.
Según los datos aportados por los hoteleros, miles de trabajadoras sexuales ofrecen servicios en el sector El Batey, y la mayoría son de nacionalidad haitiana.
Entre las dominicanas una gran parte procede de Santiago, Navarrete, Licey al Medio, Boca Chica, San Cristóbal, La Vega y Bonao, las cuales llegan en autobuses para instalarse especialmente en la calle Pedro Clisante para ofrecer sus servicios tarde y noche a los turistas.
Escaño Peña sostuvo que a esto se agrega la prostitución masculina, ya que una gran cantidad de hombres de otros pueblos, que son controlados por buscones haitianos, están instalados en pequeños hoteles en Sosúa con el propósito de vender favores sexuales.
Sostuvo que en los hoteles pequeños se fomenta el turismo sexual, incluso las camisetas que antes se vendían con el emblema “Sosúa no Problem” han desaparecido del mercado y esto preocupa sobremanera porque “nos están vendiendo en mercados internacionales como un paraíso para la práctica aberrante que deja la prostitución en el mundo”.
“Ese no es el turismo que deseamos en nuestra comunidad, sino la actividad sana que ofrecemos a nuestros visitantes a través de los festivales de jazz, gastronómicos, maratones de atletismo, competencias de deportes extremos, y actividades culturales”.
Mientras que Ferreiras Jiménez aseguró que el problema de la prostitución ha afectado a los negocios pequeños y grandes de Sosúa, porque los turistas nacionales se han alejado de la zona.
“Familias de Moca, La Vega, Santiago, Jarabacoa, Mao (Valverde) que tenían propiedades de vacaciones entre Sosúa-Cabarete han abandonados las mismas porque no quieren que sus esposas e hijas sean confundidas con prostitutas, ni que sus hijos se vean envueltos en asuntos de drogas.
Sube ocupación, pero abunda el caos. Sin embargo, Pichardo destacó que, pese a los tantos problemas que tiene Sosúa “nuestras ocupación ha ido subiendo porque acabamos de salir de un cuatrimestre con un porcentaje por encima de un 90%”.
Resaltó que el hotel Casa Marina, que está bajo su responsabilidad como gerente, se caracteriza por tener un 85% turismo de familias y parejas, aunque reconoce que otros grupos ínfimos vienen a nuestra empresa en Sosúa a buscar otros tipos de actividades.
Pero esa favorable noticia choca con otra, pues los representantes de estas entidades aseguran que Sosúa está arrabalizada y sumida en un “caos organizado”.
Y ese caos se debe a los motoconcho, y las casetas que proliferan en la playa de este litoral, igual que en Cabarete.