Los restos de Blas Jiménez, poeta y ensayista de la negritud, serán sepultados hoy a las 12:00 del mediodía en el cementerio Cristo Redentor. Murió ayer de un derrame cerebral.
Nacido en Santo Domingo, Jiménez procreó a Iván, Isis y Alan con Dulce María Guzmán, quien no cesaba de llorar en la funeraria Blandino.
El artista, de 60 años, fue durante mucho tiempo colaborador de este diario, y escribió, sobre todo, del tema de la negritud.
Su poesía y ensayos fueron publicados en revistas especializadas de República Dominicana, Puerto Rico, Estados Unidos, Costa Rica, Brasil, Colombia y Uruguay. En 1998 obtuvo el Premio Internacional a la Diáspora Africana a la excelencia periodística.
Fue declarado en 2004 Profesor Meritorio de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, donde enseñaba los cursos de Cultura dominicana y caribeña y Herencia africana.
Poeta dedicado a promover el valor de la herencia africana en la cultura dominicana. Su poemario más destacado fue Los versos del negro Blas.
Productor y conductor del programa televisivo Página abierta, dedicado a entrevistas sobre temas afroamericanos, arte, literatura y política.
Entre sus obras figuran Aquí… otro español, Caribe africano en despertar, Exigencias de un cimarrón y El Nativo.
Del 2000 al 2003 fue secretario general de la Comisión Dominicana para la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Jiménez falleció en la Plaza de la Salud.
La frase
Franklin Franco
Además de ser un buen poeta de fino dominio de la palabra, Blas era un investigador de los problemas afroamericanos.
La desaparición física de Blas Jiménez, mi amigo, constituye una profunda pérdida para el mundo cultural e intelectual dominicano.
Zoom
Momentos de vida
1. La familia instaló en la funeraria una exposición fotográfica con algunos momentos de la vida del poeta y ensayista dominicano; se incluyó un texto de uno de sus hijos.
2. Al lado del ataúd colocaron dos fotos suyas y varias de sus obras publicadas a lo largo de su existencia.
3. Los asistentes a la funeraria lamentaban la muerte de un hombre que pudo haber dado mucho más a la cultura dominicana.