Representantes del sector sindical afirmaron ayer que aunque no comparten la forma en que se hizo, aceptarán la decisión del Ministerio de Trabajo de aumentar un 20% al salario mínimo, pero fraccionado en 13% a partir del primero de este mes y 7% en noviembre próximo, porque impugnarlo implicaría volver atrás y complicar aún más las cosas.
Del tema opinaron Rafael -Pepe- Abreu, quien dijo que “ese 13% se lo tragará la inflación inmediatamente”; Gabriel del Río, quien consideró preocupante la decisión del Ministerio de Trabajo; y Jaboco Ramos, quien afirmó que “ese fue el mal menor, pues el ministro pudo devolverlo e iniciar de nuevo la discusión”.
Ayer el ministro de Trabajo, José Ramón Fadul, aprobó subir 20% al salario mínimo privado no sectorizado, pero fraccionado en 13% a partir del primero de mayo y el 7% restante en noviembre próximo.
Rafael -Pepe- Abreu, presidente del Consejo Nacional de la Unidad Sindical (CNUS); Gabriel del Río, de la Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC) y Jacobo Ramos, de la Confederación Nacional de Trabajadores Dominicanos (CNTD), coincidieron en que todo indica que las autoridades cedieron a la presión del sector empresarial, que desde un principio se opuso al alza del 20%, argumentando que un incremento así provocaría despidos de trabajadores e incrementos de precios de productos y servicios.
Saludaron que el incremento se haya aprobado fuera de la clasificación de las empresas y que abarque a todos los trabajadores que ganan sueldo mínimo.
Confiaron en que el sector empresarial acoja la decisión y que la empiece a aplicar, como lo estableció el Ministerio de Trabajo.
Del Río estimó que los trabajadores no deben ver esa decisión como una derrota, sino lo contrario.
El 31 de marzo pasado el Comité Nacional de Salarios aprobó un alza al salario mínimo de 20%, efectivo al primero de abril pasado, sin embargo, fue impugnado por el sector laboral.