El senador Julio César Valentín dijo ayer que el Congreso Nacional debe centrar su atención y priorizar la aprobación de cinco proyectos de ley orientados a combatir la inseguridad ciudadana, el narcotráfico, el crimen organizado y la corrupción, que “son los temas que más preocupan a la sociedad”.

Señaló que la reforma judicial debe ser tratada tan pronto se inicie este 27 de febrero la primera legislatura del año, así como el proyecto de ley de reforma a la Policía Nacional y el que crea el Sistema de Emergencias 911.

Tras afirmar que ese sistema trabaja con eficacia, el congresista destacó la necesidad de reformar la ley que lo instituyó, a fin de aumentar los servicios de emergencia que ofrece a las personas que lo necesitan.

El representante de Santiago dijo que también debe ser priorizado el proyecto de ley sobre extinción de dominio y decomiso de los bienes ilícitos, a fin de consolidar las disposiciones legales contra el narcotráfico, el crimen organizado y la corrupción.

Valentín manifestó que los bienes productos del crimen son utilizados para financiar otros crímenes, ya que muchas veces no son fiscalizados por el Estado por la cantidad de testaferros que utilizan.

El legislador señaló además como prioritaria, la aprobación de los proyectos de ley de Armas y el que trata sobre el Ministerio de Relaciones Exteriores.

La normativa relativa al uso de armas de fuego debe ser reformada, a fin de que haya una depuración más exigente de quienes las portan, en interés de aumentar la protección de la ciudadanía.

«El Congreso debe poner el acento sobre esas normativas, porque abordan uno de los temas más demandantes para la población, que es el de la seguridad ciudadana», expresó Valentín, quien se comprometió a trabajar sin descanso por su aprobación.

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Congreso

El senador Valentín consideró que el Poder Legislativo debe enfocar su atención en producir mayores niveles de seguridad para la población.

Encuestas

Recordó que las quejas de la ciudadanía, que son evaluadas también por las diferentes encuestas, constituyen una realidad que, de manera impostergable, debe ser enfrentada con la participación tanto del Congreso como de toda la sociedad.