2-Izquierda dominicana Sanciones a Onelio y El Men sellaron división en MPD

2-Izquierda dominicana Sanciones a Onelio y El Men sellaron división en MPD

Jorge Puello en el entierro de Amin Abel.

Organismos defienden comité central

El lunes 16 de septiembre salió a la luz pública un documento firmado por reconocidos cuadros emepedeístas respaldando la sanción impuesta por el comité central a Jorge Puello Soriano (El Men) y Davíd Onelio Espaillat Campos.


El escrito resaltaba que “una de las más positivas cualidades que había poseído el MPD había sido la amplia democracia y el ambiente de comprensión que había imperado para que cada emepedeísta expusiera sin coacción sus opiniones, fuesen estas favorables o no a las que sustentaba la dirección suprema de la organización”. Y llamaba a seguidas a la militancia “a no imitar el mal ejemplo que daban esos dos compañeros, manteniendo en un plano interno de camaradería sus puntos de vista”.


El documento fue rubricado por Rafael Fafa Taveras, Carlos García García, Juan Ángel Santos Peña, Freddy González, Rafael Chaljub Mejía, Miguel Ángel Muñiz Arias, Faruk Ildefonso Miguel Castillo, José Gabriel García Álvarez, Hugo Amauris Félix, Héctor Fabal de la Rosa y Teófanes Mancebo Moquete.


El mismo indicaba que en base a la democracia interna “el MPD ha logrado consolidar sus filas y bajo el celo de la gran mayoría de sus miembros las filas de nuestro partido han permanecido unidas tal y como lo exigen la lealtad a los principios del marxismo leninismo y la lealtad a la sagrada memoria de nuestros muertos”.


Los firmantes aseguraban que Puello y Espaillat habían violado las normas de vida de todo partido comunista y habían contribuido a alimentar los sueños de destrucción que el enemigo albergaba contra ellos.


En concordancia con ese escrito se efectuó una interesante intervención en el programa radial “Realidades Dominicanas”, producido por el periodista Plinio B. Martínez en Onda Musical, de los legalistas Blanco Genao y Cucuyo Báez, quienes ese mismo lunes 16 explicaron allí el contenido del proceso de rectificación de actitudes que se operaba en las filas del MPD para convertirlo en una fuerza de izquierda legal, vigorosa y coherente.


Iniciaron sus palabras invalidando las críticas a la lucha por la legalización, porque lo que estaba ocurriendo en el interior del MPD era una revisión, un análisis de sus experiencias históricas “para superar errores y deficiencias y afirmar los aspectos positivos de nuestra táctica y estrategia política”.


Lamentaron que los seguidores de Puello Soriano y Espaillat Campos rehusaran discutir sus diferencias sobre el tema en el seno del partido, poniendo en evidencia con su resistencia que “no comprenden el contenido del proceso de rectificación, de ese proceso de crítica y autocrítica y de afirmar los pasos positivos para hacer del MPD la fuerza política de los obreros, los campesinos y los trabajadores”.


También señalaron que había llegado la hora de que el movimiento socialista dominicano “se ponga pantalones largos” y aproveche el volumen de las experiencias históricas para ir propiciando “la creación de una nueva sociedad”, donde desaparezcan “los privilegios, la corrupción, la represión y las injusticias”.


Aseguraron que en el desarrollo de ese proceso se definirían posiciones y se daría mayor apertura a la participación de ciertos sectores de la sociedad.

Conclusiones sobre el proceso de rectificación y la división del MPD

Sin duda que la integración del MPD al Acuerdo de Santiago posibilitó la proyección a nivel nacional de sus voceros Juan López Féliz y Carmen Danilda Mazara Ubi, puesto que en el hogar de la viuda de El Moreno, situado en el sector de Gascue, de la capital, se realizaron muchas actividades acuerdistas con la presencia de los principales dirigentes perredeístas, socialcristianos y pecudeístas.


El dirigente emepedeísta Edgar Erickson Pichardo reconoció que ese hecho le dio contenido y vitalidad a la línea política de su partido y que éste “había crecido enormemente en el seno del pueblo después que se juntó a los demás partidos acuerdistas y llevó su voz orientadora a los rincones más apartados del país”.

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Jorge Puello en el entierro de Amin Abel.


Durante una entrevista que concedió al periodista Felipe Ferreras Batista, productor del programa Sumario Semanal de Noticias, que se transmitía por Radio Pueblo, Erickson Pichardo justificó la posición legalista del comité central del MPD, señalando que en el país no había condiciones para una revolución armada contra el gobierno de Balaguer, por lo cual su participación en el Acuerdo de Santiago servía para acumular y desarrollar fuerzas; impulsar la lucha contra el continuismo y las reivindicaciones económicas, sociales y políticas del pueblo.


La línea rectificadora le dio al MPD un crecimiento mayor que el obtenido entre 1969 y 1970 cuando se planteó la tesis del “Golpe de Estado Revolucionario, y el incremento de sus simpatías se manifestó de modo ostensible en el sector obrero, donde desarrolló el liderazgo de Julio Augusto de Peña Valdez, quien llegó a ser el máximo dirigente de la Central General de Trabajadores (CGT) y en la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED) con Radhamés Abreu.
Sin embargo, no obstante el comité central tener un dominio teórico y práctico de la táctica política, no tuvo la agudeza necesaria de conciliar su posición legalista con el carácter beligerante de los miembros del partido, evitando así que brotara el germen de la división desde finales de la década de 1970.


Se recuerda que la corriente legalista terminaría transformada en el Núcleo Comunista de los Trabajadores (NCT), liderado por Fafa Taveras y que en su matriz se incubó también la corriente “MPD Unidad y Consolidación”, que en 1977 formó el Partido Comunista del Trabajo (PCT), liderado por Rafael Chaljub Mejía, cuyo centro de operaciones fue la Universidad Autónoma de Santo Domingo, donde tuvo el control del Frente Estudiantil Flavio Suero (FEFLAS), entonces principal fuerza estudiantil universitaria.


Ese grupo igualmente fue afectado por la fragmentación emepedeísta, al gravitar en su interior la revitalizada corriente ortodoxa de Puello Soriano, guiada por el joven Lenchy Vargas, hijo del popular combatiente constitucionalista Lorenzo Ventura Vargas (El Sombrerero), quien ese mismo año (el 20 de septiembre) fundó el Frente Estudiantil Amín Abel (FELABEL) y ocuparía la presidencia de la FED en el período 1979-1982.