2025: nubarrones a la vista

2025: nubarrones a la vista

Juan Temístocles Montás

El 2025 ha llegado cargado de incertidumbre a nivel global, con amenazas de “aumento de las políticas proteccionistas entre las principales economías, lo que sin lugar a dudas afectará el crecimiento del PIB en la mayoría de los mercados emergentes durante los próximos años”. Es lo que establece un informe reciente de Standard and Poors Global Ratings, señalando que los detalles de esas políticas serán más claros en los próximos meses.

El referido informe llama la atención en el sentido de que si se adoptan políticas proteccionistas más agresivas en el comercio el impacto sobre el crecimiento sería más alto. “La incertidumbre relacionada con el comercio probablemente se traduzca en un período de volatilidad más alta de lo normal en los activos de mercados emergentes, lo que podría aumentar las primas de riesgo y endurecer las condiciones financieras, especialmente entre los mercados emergentes con fundamentos macroeconómicos más débiles”.

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Lo señalado anteriormente tiene como contexto la llegada al poder en Estados Unidos de Donald Trump, quien ha reiterado su intención de utilizar los aranceles para reducir el elevado déficit comercial y proteger las industrias estadounidenses. Trump es conocido por su enfoque proteccionista, como lo demostró durante su mandato (2017-2021) al imponer tarifas arancelarias elevadas a varios países, especialmente a China.

Indudablemente, la reactivación de la política de aranceles por parte de Trump generará represalias de los países afectados, lo que llevaría a una guerra comercial más amplia. Las relaciones económicas globales se verían afectadas negativamente, lo que contribuiría a sumar incertidumbre en los mercados internacionales.

La aplicación de nuevos aranceles a productos manufacturados de países como China aceleraría la reestructuración de las cadenas de suministros globales, ya que muchas empresas ubicadas en China buscarían alternativas para reducir su exposición a los aranceles impuestos por Donald Trump. Pero ahora no se trata sólo de China. También están México y Canadá,

Adicionalmente, el aumento de los aranceles se traducirá en precios más altos para los consumidores estadounidenses, lo que podría generar un descontento interno, especialmente si los salarios no crecen al mismo ritmo que el costo de la vida.

Por otra parte, el intento de los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y otros actores globales de reducir su dependencia del dólar estadounidense en el comercio internacional y la economía mundial es visto por Donald Trump como una amenaza a la supremacía económica y financiera de Estados Unidos.

En una publicación en su red social Truth Social, Donald Trump ha exigido un compromiso de los países BRICS+ para que no creen una nueva moneda del BRICS ni respalden ninguna otra divisa que reemplace al poderoso dólar estadounidense. En caso contrario, ha advertido que se enfrentarán a aranceles del 100% y deberán despedirse de vender en la economía de Estados Unidos. Trump ha asegurado que no hay posibilidad de que los BRICS+ reemplacen al dólar en el comercio internacional y ha señalado que cualquier país que intente hacerlo deberá despedirse de América.

Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras fuentes del sector financiero, alrededor del 80% del comercio mundial de mercancías se paga en dólares. Esto incluye la gran mayoría de las transacciones en productos básicos como el petróleo, el oro, el gas natural, los metales y los granos.

En el caso del comercio de servicios, el dólar también sigue siendo muy dominante, aunque en menor medida. Aproximadamente 50-60% de las transacciones globales de servicios se realizan en dólares y el 58% de las reservas de divisas extranjeras del mundo están en dólar según el FMI.

El predominio de dólar asegura a los Estados Unidos una ventaja exclusiva sobre el resto de las economías del mundo. Ser el proveedor mundial de liquidez confiere ese país el mayor poder político y económico que pueda existir. Esta situación ha sido utilizada para imponer sanciones económicas a los países que aplican políticas que considera inconvenientes a sus intereses. Y esa es una de las razones por la que los BRICS+ intentan desdolarizar sus economías.

En fin, el 2025 ya llegó; y con el nuevo año, se intensificarán la incertidumbre y los desafíos. La postura de confrontación entre países y bloques de países, los BRICS+ incluidos, son parte de la nueva realidad global. Son los nubarrones a la vista.

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