Por Andilis Almonte

Este 28 de abril es el Día Mundial del Matrimonio, se celebra desde 1983 cada año, y fue reconocido oficialmente por la Iglesia Católica. Fue concebido por Encuentro Matrimonial Mundial, una organización religiosa cuyo objetivo es fortalecer los matrimonios y enriquecer la vida familiar.

Festejar ese Día es prestigiar al ser amado, que acompaña en buenas y malas, tempestades y calma, alegrías y tristeza. Es ponderar una de las instituciones sociales más antiguas del mundo: el matrimonio.

El matrimonio es considerado una de las instituciones sociales más sólidas y aceptadas culturalmente, que establece un vínculo conyugal entre dos personas, creando un lazo de parentesco. Es reconocido y consolidado por normas legales, prácticas comunitarias, religiosas y morales.

Las pequeñas cosas hacen la diferencia, pero en cuestión de matrimonio hay grandes valores que no pueden perder de vista. El secreto de un matrimonio feliz puede variar de una pareja a otra, ya que cada relación es única.

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Sin embargo, hay algunos principios generales que suelen contribuir a la felicidad conyugal. La comunicación abierta y honesta es fundamental. También lo son el respeto mutuo, la comprensión y el apoyo emocional. Mantener la chispa romántica viva, cultivar intereses comunes y comprometerse a resolver los conflictos de manera constructiva también son aspectos importantes.

Además, es esencial tener expectativas realistas y estar dispuesto a trabajar en la relación constantemente. En última instancia, un matrimonio feliz requiere compromiso, dedicación y amor incondicional de ambas partes.