El Lupus Eritematoso Sistémico (LES) es una enfermedad crónica inflamatoria y autoinmune la cual puede tener múltiples causas: hormonales, infecciosas, genéticas y ambientales. Afecta mayormente piel, articulaciones, riñones y membranas serosas- recubren la parte externa de los órganos y cavidades del cuerpo, pudiendo, en casos mas severos, afectar el sistema nervioso periférico y central. Es mas frecuente en el sexo femenino y personas de origen afro y latino-americano, asiáticos. Hasta el momento no tiene un tratamiento que sea curativo sinó mas bien sintomático.
El abordaje de la persona con LES debe ser multidisciplinario desde el momento de su diagnóstico. Se ha documentado que los hábitos alimentarios pueden influir en la intensidad o agravamiento de sus síntomas. El rol del nutriólogo o nutricionista-dietista en el manejo de estas personas incluye monitoreo para lograr un peso adecuado y evitar sobrecarga de las articulaciones, entre otros beneficios.
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Las recomendaciones nutricionales para una persona con LES se enfocan en una dieta baja en calorías y ácidos grasos saturados. Estos se encuentran en alimentos de origen animal- carnes, productos lácteos enteros, yema de huevo y algunas grasas de origen vegetal como aceite de coco y palma. Se recomiendan los alimentos ricos en vitaminas A, D y E, selenio, calcio, omega-3 y ácidos grasos poliinsaturados.
Lineamientos dietéticos para personas con LES:
- Requerimientos calóricos: deben individualizarse según el estado nutricional de la persona. La meta es lograr un peso dentro de los rangos de ‘saludable’.
- Acidos grasos Omega-3: se asocia con disminución de la producción de mediadores inflamatorios, control de presión arterial, reducción de niveles de triglicéridos, disminución del colesterol total y aumento del colesterol- HDL (el llamado ‘bueno’).
- Zinc: se cree que puede contribuir al control de respuesta autoinmune.
- Evitar exceso de hierro ya que esto puede contribuir a proteinuria- presencia en orina de proteinas en cantidades superior a lo normal- y esto a su vez provocar daño renal.
- Calcio y Vitamina D: contribuye a prevenir la pérdida de masa óseafrecuente en personas con LES tanto por la acción de citoquinas proinflamatorias como por el uso de algunos medicamentos como los esteroides. Prevenir osteopenia-osteoporosis reduce su morbi-mortalidad.
En esencia, todo esto se consigue siguiendo las tres reglas básicas de una alimentación saludable:moderación, equilibrio y variedad. Incluir pescados ‘azules’ o grasos como el salmón, trucha, sardina, tuna, aceite de oliva, frutos secos, frutas y verduras de todos los colores. Una dieta rica en antioxidantes, evitando grasas saturadas, hidratos de carbonos refinados, azúcares, alimentos procesados y prefiriendo fuentes de proteína vegetal y animal bajas en grasas. La asistencia de un experto en el área es de gran ayuda.Esta columna es la sección educativa de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo. Escribe tus preguntas a: sodonuclim@gmail.com / @sodonuclim