Acúsense y defiéndanse

Acúsense y defiéndanse

A propósito de la campaña electoral, resulta estrecha la frontera entre infundios propiamente dichos e incriminaciones de atendibles indicios, por lo que a veces viene a ser cuesta arriba poner en su justo lugar las denuncias impuras para separarlas de los aportes a la búsqueda de la verdad para impartir justicia. Conviene al destino de los pueblos que las confrontaciones políticas tengan un efecto lacustre removedor que eleve el cieno o traiga a la superficie la límpida versión de hechos. Sin enérgicos intercambios de cuestionamientos a los contenidos de ofertas electorales de cara a la prensa y para ayudar al electorado a fijar criterio, las competencias por el poder cobran apariencia de ferias de promesas que valen más como teorías y desmesuras que por su factibilidad.

Existe una mercadología con dominio sobre la cosmética, que hurga en las aspiraciones de las comunidades para conferir encanto a los discursos y a las bataholas obsequiosas. Se tienen por bien conocidos tras encarcelamientos con licencias para seguir operando, genios extranjeros nada ajenos a República Dominicana ponderados como arquitectos de triunfos electorales de un inconfundible “know-how” que ha movido a escepticismos por aquello de que lo mismo que en las guerras convencionales de artillerías, en los combates del proselitismo la primera que muere es la verdad. Cada quien deberá defender la suya con uñas y dientes.

Señales muy preocupantes

Si para muestra un botón, el desbordamiento con carencias de medicamentos que se delata en el hospital Marcelino Velez es como para suplicar medidas urgentes. Heroicas. Es uno de los centros reservados para los casos de la covid-19 y la prensa comprobaba ayer que está sobrepoblado de pacientes y carece de fármacos para los casos más severos, lo que estaría incidiendo en un aumento de complicaciones y muertes.

A tres días de haberse anunciado que el Gran Santo Domingo sería intervenido por la alta incidencia de la pandemia en esta parte del territorio nacional, lo que se ha dicho -sin que se conozca que se haya dado algún paso en ese sentido- las propias autoridades admiten carencias farmacéuticas importantes que al parecer son generalizadas por retrasos de importaciones y escasez ajenas a la voluntad de autoridades.

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