Por lo general, cuando se está de vacaciones o libre de las actividades laborales por motivo de asuetos festivos: Navidad, Año Nuevo… a las personas se les hace cuesta arriba recuperar la motivación por la rutina de trabajo.
Esto se debe, según los expertos en la materia, al síndrome pos vacacionar, el cual aunque no es un trastorno psiquiátrico es reconocido como la falta de motivación hastío, cansancio.
Explica la psicóloga Mabel Mejía que este síndrome se puede presentar en algunos individuos tras estar fuera de las actividades laborales por distintos motivos.
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“En nuestro país se ve luego de las vacaciones habituales del colaborador, las festividades navideñas, fin de año, el asueto de Semana Santa”.
Precisa la terapeuta familiar, experta en neuropsicología y mindfulness (bienestar mental) con máster en dirección y gestión de Recursos Humanos, que en estos casos corresponde a los gerentes y dueños de empresas buscar la manera de generar un ambiente para el regreso de los colaboradores lo más amigable posible.
“Se sabe luego que el colaborador se desconecta del trabajo, que es lo ideal que se desconecte, que tenga unas reales vacaciones, es normal que esto ocurra, independientemente de que trabaje o no en un clima laboral hostil”.
Indica la psicóloga Mejía, del Centro Vida y Familia, que es normal que el colaborador llegue a la empresa extrañando “el calorcito de la casa”.
“Por eso los gerentes y dueños de empresas deben propiciar un ambiente en el que cuando el colaborador regrese no esté atosigado de trabajo”, aconseja.
Afirma que es ideal que se haga una dinámica de reingreso al ámbito laboral, pautas, la introducción de charlas al final de vacaciones generales o a mitad de año, con la finalidad de que el colaborador aprenda estrategias sobre cómo ingresar de nuevo a su ámbito laboral sin que le resulte tan pesado.
“Son las empresas que deben encargarse de reducir el impacto del síndrome pos vacaciones”.
En RD
Precisa la experta, sin embargo, que lamentablemente en el país aún no se tiene un conocimiento sobre estas prácticas, y las empresas no cuentan con la orientación necesaria para proteger el clima empresarial de sus colaboradores, los propios empleados deben tomar medidas de manera individual.
Diez tips
1.- En los casos en que el colaborador se encuentre de vacaciones fuera del país, no es recomendable que llegue el mismo día que le toca entrar al trabajo o la noche antes, sino uno o dos días antes, para que descanse.
2.- Ir normalizando los horarios, es decir, volver a acostarse temprano.
3.- Establecer los hábitos de despertarse temprano, no necesariamente con alarmas, ya que estas suelen tener impacto de sobresaltos, lo cual no es beneficioso.
4.- No iniciar en la primera semana de entrar de vacaciones la rutina del gimnasio u otro tipo de ejercitarse.
5.- Al llegar de vacaciones no “meterle mano a todo”, sino organizar las tareas. Esa primera semana “cogerlo suave, literalmente, e ir completando lo más urgente”.
6.- Ir planificando las actividades para el fin de semana, el tiempo de ocio, ir al cine, caminar al aire libre, lo cual sirve para calmar el cerebro.
7.- Es fundamental que el gerente no presione al colaborador al llegar de vacaciones.
8.- El colaborado debe empezar realizando las tareas con las que se sienta más cómodo.
9.- Es fundamental la reflexión, si es muy intenso el desagrado de regresar al trabajo. Si lo que está haciendo le gusta, aunque el trabajo no tiene que gustar todos los días. Si se está satisfecho, si es bien remunerado, si hay buen ambiente laboral.
10.- “Si haciendo todo esto no logras sentirte bien es aconsejable consultar a un profesional”, concluye la psicóloga.