Nueva York. El congresista Adriano Espaillat presidió la vigilia efectuada el pasado domingo en el Alto Manhattan en apoyo a Israel por los recientes ataques terroristas de parte del grupo fundamentalista palestino Hamás.

Junto al congresista, participaron el presidente del condado de Manhattan, Mark Levine; representantes del Consejo de Relaciones con la Comunidad Judía de NY (JCRC-NY), del Comité Judío Estadounidense (AJC), decenas de líderes políticos, comunitarios y ciudadanos comunes.

El acto se llevó a cabo, el pasado domingo en horas de la tarde en el parque Bennett, ubicado en la calle 183 con la avenida Fort Washington.

Ante la guerra entre Israel y Gaza, desatándose una situación fuera de control con cientos de muertos entre ambos lados desde el pasado sábado, las autoridades de NYC han extremado la seguridad en sinagogas y áreas donde residen judíos, incluyendo en el Alto Manhattan, donde viven miles de ellos.

En la avenida Bennet con la calle 187, en el sector de Washington Heights existe una sinagoga; en toda el área reside una amplia comunidad de judíos, y se encuentra la Universidad de Yeshiva, ubicada entre las calles 182 y 187, en la avenida Ámsterdam, donde cursan diferentes carreras miles de estudiantes israelitas, se puede apreciar una vigilancia policial discreta.

La Gran Manzana acoge la mayor comunidad judía del mundo fuera de Israel, y sus autoridades expresan que «no hay una amenaza creíble» en la gran urbe.

El alcalde, Eric Adams, dijo que la policía neoyorkina ha desplegado recursos adicionales en comunidades judías y sus templos en toda la ciudad para que «todos se sientan seguros».

El ejecutivo municipal, quien estuvo hace pocas semanas en Israel y vio las comunidades judía, musulmana y cristiana convivir pacíficamente, rechazó la «acción cobarde de una organización terrorista que busca deshacer esa paz y dividirnos en facciones”.

Asimismo, este domingo también las tensiones se descontrolaron en Midtown cuando miles de neoyorquinos con vinculos con Israel y Palestina marcharon en protestas enfrentadas.

Las autoridades hicieron todo lo posible para separar a los manifestantes pro-israelíes y pro-palestinos que inundaron la calle 42 con la segunda avenida, en Manhattan, pidiendo uno al otro la sangre de los demás.