Advierten de los peligros del consumo de bebidas energéticas para la salud

Advierten de los peligros del consumo de bebidas energéticas para la salud

Las bebidas energéticas, que se han hecho muy populares especialmente entre los jóvenes, representan graves peligros para la salud, advirtió este miércoles la Asociación Cardíaca Estadounidense.

Un artículo que publica la revista Journal of the American Heart Association indica que la ingesta de 900 mililitros de una de estas bebidas en un período breve puede incrementar la presión arterial y el riesgo de perturbaciones eléctricas en el corazón.

Estas bebidas, que salieron al mercado en la década de 1990, en general tienen un alto contenido de cafeína y azúcares, vitaminas y estimulantes legales de origen vegetal como guaraná o ginkgo biloba, así como la taurina (un aminoácido) y metabolitos como la carnitina.

Otros ingredientes comunes encontrados en las bebidas que se usaron para el estudio incluyeron vitamina B y glucuronalactona, que se encuentra en plantas y en tejidos conectivos.

El estudio reclutó 34 voluntarios en buen estado de salud, con edades entre 18 y 40 años, y a los participantes se les asignó, al azar, la ingestión de 900 miligramos de una de dos bebidas energéticas que se venden comúnmente, o la de un placebo en tres días diferentes.

Los participantes consumieron sus bebidas en una hora, pero sin tomar más de 450 miligramos en menos de 30 minutos. Ambas bebidas energéticas contenían de 304 a 320 miligramos de cafeína por cada 900 mililitros. Los científicos explicaron que las dosis de menos de 400 miligramos no deben suponer cambios eléctricos en la función cardiaca.

El placebo consistió de agua carbonatada y jugo de lima. Los investigadores midieron la actividad eléctrica en el corazón de los voluntarios con electrocardiograma y tomaron registros de la presión arterial. Todas las medidas se recogieron al comienzo del estudio y cada 30 minutos durante cuatro horas después de la ingestión de las bebidas.

El estudio encontró que en los participantes que habían consumido alguna de las bebidas energéticas, el intervalo QT en sus electrocardiogramas era 7,7 milisegundos más altos a las cuatro horas que en los que habían tomado el placebo.