Alejandro Sanz y Raquel Perera alcanzaron «un acuerdo de divorcio totalmente satisfactorio» para ambas partes, según informaron a EFE los abogados del cantante español, que no han dado detalles del convenio.
Sanz y Perera se casaron en 2012 en la finca del cantante de Jarandilla de la Vera (Cáceres, suroeste de España) tras cinco años de relación y cuando ya había nacido su hijo Dylan (2011).
En 2014 nació su segunda hija, Alma, la cuarta para Sanz, que ya tenía a Manuela, nacida en 2001 de su primer matrimonio, con la modelo mexicana Jaydy Michel, y Alexander (2003), de su relación con la diseñadora puertorriqueña Valeria Rivera.
Alejandro Sanz y Raquel Perera -que fue la asistente personal del cantante- anunciaron su separación en julio de 2019 mediante un mensaje conjunto en las redes sociales, con una foto de ellos con sus hijos, rodeados de burbujas, y este mensaje:
«Somos una familia y siempre lo seremos. Decidimos amarnos para siempre y así será. Lo eterno tiene la complejidad y la ventaja de transformar las maneras de amarse en otras direcciones, sin destruir el cariño, la lealtad y la responsabilidad conjunta sobre nuestros hijos. Nuestra familia está por encima de cualquier cosa…es diversa y bella, como la vida y así permanecerá. El mundo cambia, nosotros también, siempre amorosamente».
Poco después Sanz confirmó su relación con la artista cubana Rachel Valdés, a través de su cuenta de Instagram.
Mientras, se inició el proceso de divorcio de Raquel Perera, con demandas interpuestas por ella en Madrid y por el cantante en Miami, que culminó con el acuerdo anunciado hoy, martes, por los abogados, que también pidieron «respeto» para la intimidad de sus clientes.