ALERTA. La poesía es pura imaginación, tan ficticia como la narrativa, y II

ALERTA. La poesía es pura imaginación, tan ficticia como la narrativa, y II

Juan Freddy Armando

La poesía está referida al pasado. Interpreta impulsos que nos produjeron elementos reales o supuestos que impactaron nuestra mente, y queremos eternizarlos convertidos en palabras. De hecho, las vivencias subjetivas, las que inventa el cerebro, suelen ser más fuertes e inspiradoras que las objetivas llamadas reales. De tal modo que un hecho real para convertirse en motivo artístico debe transformarse en fuerza inventiva emocional. Si no sucede, es muy difícil que produzca arte.
Hay dos razones para esto: una general y otra particular.
La primera es la certeza de que la existencia humana es un acontecimiento mental, ya que su contacto con la realidad exterior siempre es indirecto. Se da a través de un conjunto de aparatos simbólicos creados por el cerebro, empezando por los más abarcadores: los idiomas.
La segunda es el hecho de que no estamos en capacidad de describir una emoción en el momento en que la vivimos, pues el acto mismo obnubila, ciega, e incapacita para dedicarse a verbalizarla. Por ello, el poema se refiere a una experiencia pasada (objetiva o subjetiva) cuya vivencia hace que luego el artista de la palabra la recoja transformada en sustantivos, verbos, preposiciones, etc.
Esa condición de la poesía es compartida por todas las artes, que también son resultado del mismo tipo de emociones. La diferencia está en las herramientas que emplea cada una para eternizar la fugacidad del instante: el músico con notas; el pintor, colores; el escultor, relieves; el coreógrafo, movimientos corporales, el cineasta, escenas.
Veamos tres ejemplos de que la poesía es, al igual que otras ramas del arte, es de ficción:

“ESCRIBIR EN FEMENINO” DE ADRIÁN JAVIER

Mi amigo el fenecido poeta Adrián Javier publicó un libro titulado Escribir en Femenino. Es un ejercicio de experimentación literaria, despliegue de su indiscutible creatividad. Perseguía -y consiguió- demostrar que su estro era capaz de inspirarse de tal modo que quien no viese la firma de la autoría del libro podría pensar que lo escribió una mujer.
Si la poesía no fuese un ejercicio de la imaginación, más que una inspiración proveniente de la realidad, él no hubiese podido realizar esa proeza.
Para ello, partió de otro principio básico para la función vital y erótica: si un hombre normal está haciendo el amor con una mujer para excitarse debe tener en su mente la idea de que la mujer está disfrutando el acto, sentir lo que ella vive.

“BÉSAME MUCHO”, DE CONSUELITO VELAZQUEZ

Un caso todavía más curioso es el de la compositora mexicana Consuelito Velázquez y su canción Bésame Mucho. “A los 16 años imaginó cómo era besar, porque nunca lo había hecho, escribió una de las canciones emblemáticas del beso en el mundo”, apunta el historiador azteca Pável Granados.
Es el bolero más famoso, el más grabado en toda la historia. En un momento determinado fue prohibida porque se consideraba demasiado erótica. Sin embargo, salió de un purísimo ejercicio juguetón de una niña, menor de edad.
La compositora ha reiterado en frecuentes ocasiones que no se inspiró en ninguna experiencia propia sino pensando en los jóvenes soldados que veía irse a la guerra dejando a sus novias abandonadas sin esperanza de regresar.

“EL MAYOR”, DE SILVIO RODRÍGUEZ

Caso similar es el de Silvio Rodríguez, el gran compositor y poeta cubano, quien, como todo verdadero compositor es un poeta de fuste. Cuenta cómo escribió una de sus más bellas canciones: El Mayor. Dedicada al héroe de la Guerra de Independencia de Cuba Ignacio Agramonte Loynaz. Refiere que su amigo Giraldo Mazola Collazos le pidió que la escribiera para lanzarla en el 100 Aniversario de la muerte del prócer. Rodríguez aceptó el reto, y fue a bibliotecas, lugares históricos, etc. buscando la inspiración. De ahí salió la excelente pieza póetico-musical.
Todo esto nos quiere decir que un artista no tiene que inspirarse en la realidad sino en elementos subjetivos que observa su mente creativa, porque lo que mueve a actuar al ser humano no es solo lo que sucede en el exterior. Más peso tiene lo que interpreta y dicta su imaginación.

EL HUMANO ES UNA CONSTRUCCIÓN MENTAL

Recuerdo que cuando daba clases de publicidad en UNIBE les explicaba a mis estudiantes que la imaginación es la principal causa de la conducta del ser humano. Por tanto, para motivarlo a actuar, más que razones hay que despertarle emociones. Y, claro, estas no son objetivas sino subjetivas.
Les decía lo que excita sexualmente a un hombre o mujer, más que lo fáctico de que está haciendo el amor con su pareja, es la idea, la convicción, el pensamiento, el invento mental de que está ayuntando con la pareja. Por ello dicen los sexólogos que el principal órgano sexual es el cerebro. Prueba de ello es el hecho de que el hombre o mujer pueden conseguir placer empleando recursos artificiales.
Otro ejemplo: si estamos viendo una película u obra de teatro, o leyendo un libro, nuestra mente asume, de forma provisional, que todo lo que ve, escucha o lee está sucediendo de verdad, porque sin esa disposición no pueden disfrutarse.

COMPOSITORES Y POETAS POR MANDATO

El artista puede apropiarse de una historia que le hayan contado, concentrarse en ella, y llegar a sentirla como propia y de ahí se inspira para hacer la obra. Es lo que sucedió con los grandes poetas, músicos, escultores, narradores, de la antigüedad, quienes trabajaban en la corte con esas funciones. Escribían poemas cuya autoría luego se atribuía al rey o príncipe. Es lo que hicieron Beetoven, Mozart, Haydn, Virgilio, Velazquez y otros grandes. Muchas de cuyas obra fueron hechas por mandato, y no tienen nada qué envidiarle a las que fueron inspiradas en experiencias propias y personales.
José Peguero y Alicia Baroni, dos de nuestros mejores compositores, me contaban que un empresario artístico les ofreció contratarlos por una cantidad de dólares para que escribieran canciones con temas y enfoques que la empresa les indicara. Esas piezas luego saldrían al público como escritas por el o la cantante que las interpreta. Ellos no aceptaron la propuesta, pero otros compositores lo han hecho.
Otro caso de escritura poética programada mentalmente es el del compositor Manuel Alejandro, quien ha escrito hermosos poemas musicalizados para el cantante Raphael, en las que narra fenómenos propios del artista, como la canción Volveré a Nacer, que alude a no vivió su juventud “Porque pasé de la niñez a los asuntos./ Porque pasé de la niñez a mi garganta./ Para cantar canciones como ésta./ Para cantar canciones de mi alma”.
En otros casos al compositor se le paga una cantidad de dinero por la que se compromete a escribir determinada cantidad de canciones –que son poesía y música al mismo tiempo- firmadas directamente con su nombre.

PRÓXIMA ENTREGA

Aclaro que he puesto estos ejemplos porque las canciones poseen su aspecto poético, y tienen tanto derecho a entrar a la historia lírica como aquellos a los que no se les ha puesto música.
En mi próxima entrega hablaré de otro aspecto de la poesía: su relación indispensable con la prosa.

Más leídas