Agradezco al distinguido historiador Alejandro Paulino Ramos por responder puntualmente a mi solicitud de su opinión sobre las actuaciones de Tomás Bobadilla y Briones en nuestro proceso de independencia. Se fundamenta en confiables documentos de la época y análisis de otros historiadores.
Es cierto que estuvo presente en la Puerta del Conde, “donde fue uno los primeros en llegar”; pero no el que la proclamó como, ahora que estamos en tiempos de “fake news” (falsa noticia), con la que se quiere cambiar la historia, se intenta introducir discretamente la maliciosa aseveración de que Tomás Bobadilla era el principal líder de la Independencia y que fue quien a decir de su bisnieto, “convoca, encabeza y proclama en la Puerta de la Misericordia o en el Baluarte de El Conde esa noche primera a la nueva República (no fue Ramón Matías Mella Castillo)”, negándole a Mella la heroica hazaña del histórico trabucazo de la Puerta de la Misericordia.
Se alía a Santana y Expulsa a Duarte
Y algo que su bisnieto conoce, porque está registrado en los documentos y cartas del propio Bobadilla: que inmediatamente se proclama la separación, abandona a los trinitarios y consolida una tenebrosa alianza con Pedro Santana, y con ella el apresamiento de Juan Pablo Duarte y los líderes trinitarios, mientras él se erigía como espurio gobernante.
Tanto Bobadilla como el general Pedro Santana, con quien de inmediato inició la conspiración contra la Patria, pues “no tenían fe en la causa de la separación, estimando que era un fracaso del que solo se podrían librar buscando una protección extranjera. Con esta mira, ya habían acusado un convenio con Monsieur Barrot, enviado especial de Francia, radicado en la isla desde 1843”. (P. 23).
Y para que no quede en el olvido, es bueno recordar que fue él, Tomas Bobadilla, quien firmó el decreto de expulsión a perpetuidad de Duarte y sus compañeros y “los declaraba “traidores e infieles a su Patria”. (P. 25).
Buscaba anexionarnos a España
Otro dato, ignorado por los que quieren exaltarlo a primera figura de la independencia de 1844 y muestran temprano su falta de fe en la República fundada por Juan Pablo Duarte, es su afán anexionista, cuando dos años después de la separación, ya tenía acordado un plan para anexionar la República a España, tan temprano como en 1846.
Cuando aparecieron frente a la ciudad colonial “seis buques de guerra españoles bajo el mando del coronel Pablo Llanes, “con instrucciones secretas de apoyar el movimiento de anexión ideado por algunos dominicanos, entre ellos Buenaventura Báez”. (P. 28).
Pero hay más.
Ramón Lugo Lovatón, en sus “Notas sobre don Tomas Bobadilla y Briones” extractadas para un capítulo de su obra sobre la figura de Francisco del Rosario Sánchez, insertada en el Listín Diario, 13 de noviembre 1933, rescata de la documentación en que aparece la figura amorfa del político maquiavélico, que lo fue, y pretendido, por tanto, como el verdadero “padre de la patria”.
Entre otras cosas, queremos aportar sin comentario lo que dice Lugo Lovatón del hombre de acción y vividor del Estado, diciendo que Tomás Bobadilla fue, allá “en el fondo, terrible lucha de luces y sombras. Todo el que se sienta aficionado a escrutar en las almas, que se detenga, y comprenderá que le provoca viva e intensa curiosidad. Es Tomás Bobadilla, el hombre de ayer, de hoy y de siempre, sentado, como un sacerdote pagano, entre los altos picos de la fe en el ideal. ¡Contempladlo! Es la voz de los misterios y el látigo de los justos. Fijaos que ayer pasó del brazo de los invasores, que hoy cruza al lado de los héroes, y si le seguís de cerca, vereles, como mañana, camino de la Esfinge, avanzará, ¡Oh, insigne equilibrista de palacio! Confundido entre los hombres. (…). Tomás Bobadilla es, por espacio de sesenta años, el hombre terrible de nuestras cámaras palaciegas, el confidente de todos los grandes mandatarios; arca de misterios en la cosa pública; sargazo donde concurren a dialogar vidas y haciendas ajenas; faro de perversos y apoyo de revolucionarios; lente que, como ninguna otra, enfoca con serenidad los problemas generales, y lupa colocada sobre el plano de la vida de los otros hombres. Todo lo es Bobadilla, águila que se remonta y reptil que se arrastra; bálsamo que calma y veneno que corroe; luz que tranquiliza y sombras que espanta, calma que atrae y tempestad que mata”.
El próximo domingo, publico el final de la respuesta del historiador Paulino Ramos.