No se puede culpar al director de la PEPCA, Wilson Camacho, por negarse a revelar detalles de la “investigación en curso” contra el expresidente Danilo Medina Sánchez ya que violaría un principio elemental en un proceso que, por razones obvias, debe mantenerse en secreto hasta su conclusión.
El posible encausamiento por corrupción del exmandatario ha regresado a los primeros planos luego de que la Coordinadora de Litigación de la PEPCA, Mirna Ortiz, confirmó en un programa de televisión donde la entrevistaron que el Ministerio Público investiga la posible vinculación de Medina con acciones de corrupción, pero que hasta ahora no han encontrado elementos suficientes para sustentar una acusación; aunque no descartó que, “en algún momento”, eso pueda ocurrir.
No puede ser una coincidencia que el tema vuelva a debatirse en la opinión pública luego de que el exmandatario encabezó, tras una prolongada ausencia de los escenarios políticos, una masiva juramentación de nuevos militantes del PLD que aprovechó para criticar al gobierno y su forma de gestionar la crisis.
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Y así lo creen también los dirigentes de ese partido que han criticado las declaraciones de la Coordinadora de Litigación de la PEPCA, que a pesar de que tienen derecho a defender la honra de su líder ninguno se atrevería a negar que están conscientes de que al exmandatario le tienen el agua puesta, como dicen en la calle, por lo que deberían estar preparados para esa eventualidad.
Que muchos pensaron, luego del apresamiento de dos de sus hermanos y sus exjefes de seguridad, que era solo cuestión de tiempo para verlo desfilar por la pasarela de la Procuraduría, convencidos de que es corresponsable, por acción u omisión, de muchas de las diabluras de las que se acusa a gente de su entorno mas cercano.
Pero tendrán que seguir esperando armados de paciencia, pues parece que la PEPCA, al menos por ahora, se conforma solo con amagar.