Por Petronila Dotel

Si tuviéramos que describir a Amaury Germán Aristy por medio de lo que conocemos hay que acudir a los colores de la bandera. Para comprender a este joven ejemplar vamos a apelar a los colores que definen nuestra insignia tricolor.

Amaury es azul ultramar. Representa el cielo que cubre la patria que Dios protege. La dominicana y los ideales de progreso de los dominicanos. Entonces el azul, porque él supo luchar por los ideales de progreso que a lo largo de nuestra historia ha caracterizado la lucha del pueblo dominicano. En su momento esos ideales de progreso se conjugan, en una palabra, democracia. Amaury fue un luchador de la democracia, por eso se integró de forma activa con apenas 18 años a la guerra de abril de 1965. En esa calurosa gesta patriótica, Amaury formó parte no como un simple participante, sino como un dirigente.

¿Y cómo es posible que siendo él tan joven pudiera tener tanta importancia en tan semejante acontecimiento? Eso se debe a que Amaury, desde sus años de estudiante fue miembro del Grupo Estudiantil llamado Unión de Estudiantes Revolucionarios y también miembro dirigente de la organización política 14 de Junio. Esos grupos estaban luchando junto al pueblo por los ideales de progreso que representa el color azul de nuestra bandera. La democracia dominicana estaba apenas iniciando pues, como ya saben, vivíamos bajo la férrea dictadura de Trujillo. De eso la guerra de abril fue la lucha llevada a cabo para oponerse al golpe de Estado a Juan Bosch en 1963, por los seguidores del Trujillo mismo en alianza con Estados Unidos, país que participó derrocando a muchos gobiernos de nuestro continente por temor a que fueran comunistas.

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En la guerra de abril, Amaury participó en acciones de mucho riesgo.

Dos de ellas fueron muy importantes: la toma de la fortaleza Ozama y el asalto al Palacio Nacional. Esas acciones eran muy importantes para los combatientes de la guerra de abril.

Amaury es rojo pues representa la sangre derramada durante la independencia y la revolución. Aquel 12 de enero de 1972, en este lugar, en esta cueva, cayó un gran patriota. Su sangre se suma a la de muchos y muchos Jóvenes. Nunca olvidemos que la sangre está sustentada y patentizada en la lucha llevada a cabo en abril de 1965 y la que continuaron jóvenes como estos que hoy recordamos aquí porque el Gobierno de los 12 años de Balaguer representaba un atropello a esos ideales de verdadero progreso.

Entonces, Amaury y Los Palmeros lucharon contra ese régimen junto al gran líder de la revolución de abril, Francisco Alberto Caamaño Deñó, porque se propusieron liquidar la dictadura Balaguer. Se recuerda que el grupo de Los Palmeros fue creado en Cuba, en ese hermano país, donde se estaban creando las condiciones para venir al país y derrocar a Balaguer. En este intento, pierde la vida junto a sus demás compañeros en el año de 1972. Caamaño también pierde la vida en 1973 cuando con 9 guerrilleros vino a la misión que tan dignamente se habían propuesto para derrocar a Balaguer y ayudar al pueblo dominicano a tener democracia verdadera.

Amaury es blanco pues representa la paz y Unión entre todos los dominicanos. Nuestro Amaury es blanco porque con su lucha quería lograr esa unidad expresada en ese color, el blanco de la bandera está en forma de Cruz simbolizando el sacrificio, la lucha y la entrega. Y eso fue precisamente lo que fue Amaury, un ejemplo de lucha, entrega y sacrificio. Amaury sacrificó su relativa comodidad y prefirió estudiar en un liceo público cuando pudo hacerlo en un colegio privado.

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Así pues, su lucha y sacrificio con el pueblo lo llevó a sacrificar en el plano sentimental su relación con su novia, la también luchadora Sagrada Bujosa Mieses. El blanco es el color de pureza y Amaury fue un joven de alma pura cuya sensibilidad y decoro en defensa de los dominicanos se elevó a lo más alto por su sensibilidad poética, ya que era amante de la poesía y la lectura. Al respecto, podemos leer en un blog de Padre Las Casas, su pueblo natal, donde se dice que a Amaury le encantaban los escritos de José Martí, especialmente su poesía. Leía a Mao Tse Tung y a todos los pensadores de esa corriente. Su canción favorita era, “Lamento borinqueño”.

De él, de esa alma pura y sensible, nos dice su esposa Sagrada Bujosa que Amaury era un ser desprendido, generoso, culto, lector voraz, todo un poeta que admiraba a José Martí, que era cariñoso, con gran sentido del humor, bailador. En fin, un ser humano tan completo que era capaz de tener lo que demostró el 12 de enero. Dejó a su hija, a su madre, a la comunidad donde vivía. Su vida la entregó por una causa. Amaury nació en Padre Las Casas, municipio de Azua, República Dominicana, el 13 de abril de 1947, fue el mayor de los 6 hijos del matrimonio formado por Don Manuel Germán y Doña Manuela Aristy, los cuales son Amaury, Maricela, Ferdinand, Eva, Hipólita y Julián Manuel Germán Aristy.