Las universidades han vuelto a convertirse no solo en centros de enseñanza superior sino de investigaciones científicas y humanísticas. A pesar de las negativas aseveraciones que realizó Clayton Christensen (1997), de la Escuela de Negocios de Harvard, en su libro “El dilema del innovador” [TheInnovator’s Dilemma] en las que predijo que “los colegios y universidades tradicionales están listos para ser interrumpidos […] hasta tal punto que muchas no sobrevivirán. ”Las universidades cada día adquieren mayor importancia e impactan positivamente las sociedades a las que sirven. Según la Unesco: “La demanda de educación superior continúa creciendo a medida que las universidades compiten a nivel mundial para atraer estudiantes.” Rafael Puyol (2021) en el estudio prospectivo titulado” Crecimiento e internacionalización del alumnado” asegura que “El número de alumnos universitarios va a crecer en todas las zonas del mundo, aunque ese crecimiento resultará desigual, dependiendo de la evolución de la población y del nivel de desarrollo económico y social.” Tal como en el pasado, las más grandes mentes se encuentran en las universidades impartiendo docencia e investigando, generando teorías, innovando, creando e inventando nuevas maneras de hacer las cosas. Pero ha habido un giro: las investigaciones se están realizando no solo en el ámbito de las ciencias duras, sino también en las ciencias sociales o ciencias humanas (ciencias blandas) que pertenecen al campo de las Humanidades.
El quehacer de las universidades es complejo: comprende tres funciones principales: la docencia, la investigación, la extensión y vinculación, pero en las últimas décadas una nueva función fue añadida. Se trata de la gestión de recursos y la internacionalización. Ocurre que por el alto costo que implica la investigación, los fondos destinados para las universidades fueron cayendo en manos de empresas privadas que crearon los llamados departamentos de Desarrollo e Investigación (Research and Development, R&D). Buen ejemplo, es el caso de la industria farmacéutica cuyas empresas crearon sus propios departamentos de investigación, producción y ventas. A ello se suma, los efectos de la Industria 4.0 y con ello las situaciones, disrupciones, retos y grandes cambios que ello implica. Hoy la investigación universitaria depende de fondos gubernamentales, empresarial ese internacionales. Sin embargo, se espera que las universidades sean capaces de generar sus propios fondos; de hecho, la mayoría está abocada a ello, muchas veces cobrando por servicios que antes eran gratuitos.
La UASD tiene como misión “formar críticamente profesionales, investigadores y técnicos en las ciencias, las humanidades y las artes necesarias y eficientes para coadyuvar a las transformaciones que demanda el desarrollo nacional sostenible, así como difundir los ideales de la cultura de paz, progreso, justicia social, equidad de género y respeto a los derechos humanos, a fin de contribuir a la formación de una conciencia colectiva basada en valores.” En ella se destaca la Escuela de Historia y Antropología cuya misión es “fomentar y desarrollar la investigación histórica a nivel nacional e internacional, con una visión crítica y humanística, logrando desarrollar una conciencia histórica en la sociedad dominicana […], buscan comprender e interpretar los diversos fenómenos históricos y los nuevos desafíos que demanda una sociedad globalizada” (UASD, 2022).
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La Escuela de Humanidades y Ciencias Sociales, PUCMM “apuesta por la interdisciplinariedad y por la educación de profesionales que amen el conocimiento como instrumento de libertad y de desarrollo personal y social, con sentido ético. Tiene como objetivos: promover la formación desde una perspectiva integral, humanística, democrática, científica y profesional, a través de un modelo educativo que asegura un aprendizaje crítico y autónomo […]Fomenta el espíritu crítico y un clima de libertad, participación y tolerancia en el marco de los principios del rigor científico y de respeto a la dignidad del ser humano; una conciencia crítica de la realidad, propiciando acciones a favor de la dignidad humana y la justicia social”(Pucmm, 2022). Esta universidad se preocupa grandemente por estudiar los problemas sociales que impactan al país y la región a través del Centro de Estudios Caribeños, dirigido por la historiadora Mukien Adriana Sang Ben. Además, se destacan las importantes investigaciones del profesor Fernando Ferrán de la Unidad de Estudios de Haití del Centro de Estudios Padre Alemán. Asimismo, la PUCMM tiene otros núcleos de gran interés como son el Centro Universitario de Estudios Políticos y Sociales (CUEPS);el Centro Internacional para la Innovación en Tecnología y Administración (CITAM); Centro de Estudios Europeos; Consorcio de Educación Cívica; Centro de Investigación y Estudios de la Religión (CIER), entre otros.
La Unphu cuenta desde 1996 con una Facultad de Humanidades y Educación cuyo objetivo va dirigido a “formar profesionales competitivos y emprendedores, con valores, principios éticos, y comprometidos con el desarrollo sostenible, con responsabilidad social y ambiental. Desarrollar proyectos de investigación en el área humanística. Propiciar el desarrollo de actividades de extensión cultural a través de las distintas unidades académicas que integran la Facultad. Difundir el pensamiento y obra de Pedro Henríquez Ureña, tanto en la comunidad académica como en otros ámbitos” (Unphu, 2022).
Unibe incluye en su haber la Carrera de Estudios Liberales; su Mención en Cultura y Sociedad tiene como “propósito promover la comprensión de los elementos que conforman la realidad histórica y la naturaleza del cambio social en un contexto global, mediante la generación de un pensamiento crítico, reflexivo, analítico. Las asignaturas que la componen están orientadas a la discusión de los problemas sociales como son: Procesos históricos y construcción del colectivo social; Análisis de la realidad dominicana en un mundo global; Movimiento y tráfico humano en la sociedad global; Perspectiva de género; Competencias ciudadanas; Derechos Humanos; Psicología social y comunitaria; Fundamentos filosóficos e históricos de la educación; Marco legal y políticas públicas para la atención a la primera infancia; Sistema de protección de los derechos humanos”, entre otras (Unibe, 2022).
Las “Humanidades críticas” es una tendencia mundial a favor de la sociedad. Les mencionaré algunos ejemplos: La Pontificia Universidad Católica del Perú ”posee un Grupo de Investigación sobre Teoría Crítica (GITC) de la PUCP es un espacio institucional e interdisciplinario conformado por profesores y estudiantes unidos por el deseo de indagar acerca de las raíces de la tradición iniciada por la Escuela de Frankfurt y analizar la pertinencia de su contribuciones para la comprensión crítica de los problemas y patologías de las sociedades contemporáneas El grupo presta especial atención a los aportes desarrollados a partir de las realidades, problemas y experiencias de América Latina como una forma de complementar las líneas clásicas de la investigación en teoría crítica y de abrir nuevos espacios de diálogo.”
Por otro lado, la Facultad de Artes del Instituto Radboud de Cultura e Historia [Radboud Institute for Culture & History] de la Universidad de Radboud, Nimega, Países Bajos en “Humanidades críticas” [Critical Humanities] creó un espacio para abordar el presente como crisis: “La unión del capitalismo de control, la migración transnacional y las intersecciones cambiantes de la existencia cultural y corporal. Una reflexión permanente sobre el método de: ¿Cómo captar el presente de una manera que sea a la vez coherente y en sintonía con sus realidades dispersas? ¿Y cómo imaginar futuros alternativos?” Este grupo de investigación nacido en 2020 se hace preguntas y trabaja temáticas como las siguientes:“¿cómo podemos abordar la coyuntura de nuestro presente en conflicto desde ángulos a la vez agudos y de larga historia, teóricos y experimentales?; los discursos de plataforma, perspectiva crítica de las humanidades sobre la sociedad de plataformas, en la que las plataformas en línea propiedad de las principales empresas tecnológicas como Google y Apple están integradas en todos los dominios de la vida…
Es imprescindible que las universidades observen su entorno y creen su espacio y tiempo de “Humanidades críticas”. Vivimos una época muy compleja, llena de desafíos que exige que se identifique, devele y resuelva aquello que está presente destruyendo la vida de millones, enajenando a otros tantos y manteniendo las desigualdades. Solo determinado los puntos críticos que nos llevan al abismo y buscando soluciones para evitar las crisis o resolverlas pueden las universidades jugar un rol transcendente que evite el malestar y las injusticias sociales en pro de un mundo mejor.
Este trabajo concluye la serie sobre “Humanidades críticas, pensamiento crítico y discurso educativo” fue presentado por la autora en el IV Simposio Interdisciplinario de Lingüística y Literatura: Lengua, Sociedad y Literatura en República Dominicana. Dirigido por Odalís Pérez, Academia de Ciencias de la República Dominicana.