Por: Dra. Elvira Mendez-Nutrióloga Clínica/ @dra.elviramendez

Desde nuestros inicios como sociedad Médica especializada, hemos abogado por una serie de medidas en beneficio de la población, una de ellas siendo la educación, buscando que sus integrantes,  tengan la capacidad de exigir el derecho a la alimentación en todos los escenarios.

Sin embargo, hay puntos que todavía continúan siendo neurálgicos debido al crecimiento de la

Población, el aumento de la demanda de alimentos, la disminución de la disponibilidad de terrenos aptos para la producción de alimentos, la disminución de disponibilidad de agua potable.  Todo ello podría poner en riesgo la producción y la disponibilidad alimentaria, tanto en cantidad suficiente como de buena calidad.

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Es por ello que abogamos por un sistema donde la población, desde la niñez, pueda tener acceso a la educación nutricional, pueda aprender sobre una alimentación sana, balanceada, sostenible. Esta sostenibilidad basada en la creación de huertos caseros y escolares, que permitan, tomando en cuenta el tipo de vivienda, clima y región, producir alimentos de manera natural, sostenible, amigable con el entorno, que sirvan para el sustento de las comunidades, impactando así en la economía familiar.  Es importante que comencemos a enseñar a la Población, la importancia de la auto sostenibilidad alimentaria, ya que ello podría generar impacto positivo en  la economía y salud de la misma.

La educación nutricional, además de incentivar a la creación de huertos caseros y escolares, educar sobre la importancia de realizar los mismos, impactando de manera positiva al medio ambiente, debe enseñar sobre la forma adecuada de manipular y almacenar  los alimentos, sobre la importancia de una alimentación sana y balanceada que nos permita mantener un buen estado de salud, así como la integración del ejercicio físico, tomando en cuenta las condiciones de salud de las personas.

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La educación es un derecho, al igual que la alimentación, por lo que la educación alimentaria, sería una obligatoriedad del sistema educativo, con fines de que la población aprenda, de manera sostenible, aproducir sus alimentos, disminuir los riesgos de padecimiento de hambre y obtener alimentos más frescos.  Igualmente,  aprender técnicas que permitan preservar el medio ambiente y también aprender a usar el agua de manera racional.  De paso, este tipo de formación, debe ser impartida por un personal docente con las competencias necesarias, para que esto no sea un relleno curricular, sino una asignatura básica.

Luchemos por cambios en el sector educativo y sector salud, que permitan, de manera práctica, educar a la población sobre la auto sostenibilidad  alimentaria, así como la preservación de los recursos naturales. Esta columna es la sección educativa de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo. Escribe tus preguntas a: sodonuclim@gmail.com / @d-yleana

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