Atento a chercha se metió Alofoke

Atento a chercha se metió Alofoke

Kylie Jenner es la menor de las Kardashan con apenas 21 años. No es una erudita de las matemáticas, pero ha sabido capitalizar su popularidad en las redes sociales porque puede cobrar hasta 1 millón de dólares por un post en Instagram.

Forbes ya la considera una de las 20 mujeres más influenciadoras de los Estados Unidos porque -lea bien- en poco más de tres años ha creado una fortuna que supera los 900 millones de dólares, y contando. Tiene más de 124 millones de seguidores en esta red y eso le ayudó bastante cuando lanzó su marca labial, en un minuto se agotaron todas las ventas.

Otra que cobra cientos de miles de dólares por foto es la artista Selena Gómez, unos 800 mil de los verdes. Tiene 144 millones de seguidores en Instagram y hasta que Kylie lanzó el labial aquel, Selena era la reina absoluta. En la lista sigue el atleta y modelo Cristiano Ronaldo con 151 millones se fieles y unos US$750 mil por post.

Sigue Kim Kardashian (US$720.000), Beyoncé (US$700.000), Dwayne La Roca Johnson (US$650.000), Justin Bieber (US$630.000), Neymar (US$600.000) y con US$500,000 por publicación se disputan Leo Messi y la modelo Kendall Jenner.

Instagram es la mata de las microempresas virtuales. Esta red social, con 2.3 millones de usuarios en RD, está sacando de la pobreza a decenas de jóvenes que, gracias a un talento, han capitalizado sus likes para dedicarse exclusivamente a los post y los historys.

Si comienzo a mencionar nombres se me acaba la data, por lo que le recomiendo irse a Instagram y buscar entre las tendencias a ver si hablo porquería –eufemismo-. Los influencers de hoy no son médicos, ni astronautas, ni bomberos, ni siquiera políticos, la mayoría son jóvenes sin ninguna preparación profesional que están demostrando que no se necesita un título para ganar dinero. De hecho, el no tener una profesión es lo que les ha impulsado a ser figuras porque la necesidad les motivó a perder la vergüenza y meter mano. Hoy son ricos, algunos millonarios.

Con esto no promuevo la dejadez educativa, por el contrario, lo que ahora deberían hacer los influenciadores es estudiar, pero no sentarse en un pupitre para aprender algo que no les servirá hoy, sino prepararse en administración financiera, estudiar el mercado, potenciar el talento, capitalizar la oportunidad con un manejo eficiente de las finanzas. Quien se vuelve viral en las redes y no sabe administrarse, se vuelve tbt antes de llegar el jueves.

¿De qué va esto? La idea no es estrujar las cifras que ganan los famosos por sus post, sino dejar claro que la incidencia de las redes sociales es abrumadora, y las marcas lo saben, los políticos lo saben, los artistas lo saben, el mundo lo sabe. Descartes decía “pienso, luego existo”, ahora la mítica mercadológica es “publico, luego existo”. Por suerte o desdicha, República Dominicana no está exenta de eso.

El año pasado el Observatorio de Político Dominicano reveló que las publicaciones que se hacen en Facebook y Youtube son las que alcanzan más impacto en esta media isla, sobre todo porque ya más del 65% de los criollos tiene acceso a internet con un crecimiento sostenido del 10% anual. Más de 5 millones de dominicanos usa su celular para entrar a las redes, diario.

Lo curioso es que, después de Google –el buscador más influyente del mundo- la página que más clic recibe desde una laptop o computadora de escritorio es… Youtube. Sí, existe una predilección por lo audiovisual y se nota con cifras mundiales porque cada minuto se suben más de 100 horas de video.

La influencia audiovisual es tanta que un video de Alofoke (Santiago Matías) puede, fácilmente, generar 100 mil reproducciones en menos de 24 horas. El impacto directo que tienen sus videos se vuelven tendencia sin tapujos, sus entrevistas son referente de los medios tradicionales para sustentar una plataforma económicamente insostenible. Con un celular de gama media y un contenido entretenido puedes genera más audiencia que cualquier producción millonaria de televisión. Estar en TV no te garantiza ser popular en las redes, pero ser famoso en las redes sí apremia con entrevistas mediáticas, para muestra haga zapping.

Las entrevistas que hace Santiago quizás no sean las mejores en cuanto a organización y preguntas se refiere, pero su forma directa y franca de interactuar con su entrevistado lo han convertido en la principal tribuna de exposición ideológica virtual dominicana, ahora todos quieren ser entrevistados por Alofoke, incluyendo políticos añejos, artistas en sepia y estrellas fugaces de los post. Por esa silla han pasado muchos, y seguirán llegando a medida que se acerque la campaña del 2020. Santiago Matías quizás no sepa el poder que tiene, o quizás sí.

Uno de esos fue el expresidente Hipólito Mejía quien no solo conversó con el líder del movimiento urbano, sino que publicó una foto en sus redes usando los famosos tenis “De lo mío”. Evidentemente anda detrás del voto joven, el más duro de todas las contiendas porque la juventud no deposita en los políticos sus aspiraciones de progreso, y ellos lo saben.

Es seguro que de ahora en adelante Santiago tendrá que poner dos canales más de Youtube porque todos querrán pasar por su cabina. Si sabe manejarse, puede que no tenga que hablar más por un micrófono porque la proyección cuesta, y más en una plataforma que engloba radio, redes, portal web y muchas relaciones urbanas. Alofoke invirtió en crecer, eso cuesta.

El fenómeno virtual marcha indetenible, hay una nueva forma de consumir la información cuando se quiere, donde se quiere y de la forma que se quiera. Si se pasó la hora del programa aquel en la TV, no importa porque está en Youtube. Si hay un bochinche y no lo escuché en la radio, no importa porque está en Instagram. Si fulano hizo tal cosa y no lo vi en el momento, tranquilo porque de seguro está en Facebook. Si no aparece en la nube, es porque no existe.