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La juventud alzada puede constatar que, tal como sucedió ayer con la nueva ola latinoamericana, el hit parade o el billboard como ideologías de la guerra fría, el equivalente de esas prácticas son hoy la misma música popular, la literatura y la cultura light como dueñas y señoras de los escenarios sociales a escala planetaria.
Frente a ese mundo que busca reducir los sujetos a una uniformidad total, quizá la literatura y la poesía venideras comiencen con una modesta propuesta de cambio ideológico de un mundo que a partir del siglo XXI de las generaciones net y nativos digitales sea ya imposible otorgarle sentido con las imágenes gastadas y las figuras kitsch del siglo XX. Este ejemplo de forma-sentido nuevo titulado “Cibernauta” lo extraigo de mi libro Al arma contra figuraciones (La Trinitaria, 2001):
Navega por los infinitos espacios siderales
sin fin a través de las galaxias incontables
pero no vuelvas sin traerme a Dios.
Es esa tu prueba, héroe, cada cien años
ah, y para que pueda creer en Él
no me le traigas
ni en discursos halitosos
ni en libros de sofistas invertebrados.
Si una concepción nueva de la poesía y el poema debe acompañar a todas las generaciones de jóvenes digitales en este siglo XXI, debe también acompañar a nuestra juventud una nueva concepción del amor que liquide los clichés del amor pasional que todavía reinan en la cultura occidental.
Del libro citado extraigo estos ejemplos que ofrecen una interrogación acerca de las nuevas formas de amor en el sigo XXI de las TIC y las TAC. El poema 17 titulado “Primer asedio al amor”, dice:
En asuntos del querer quiere más quien es menos querido y tengo por bien sabido que a quien menos quieren se afana más en ser querido pues en tarea del amor nada está escrito y ni Scherezada ni el mito del amor pasional existen en la realidad. Más brutal es la amiga real y por si no cupiere duda amor verdadero es solo el primero cuyo recuerdo dura toda la vida porque no concretiza y si no estás convencido, lees las declaraciones de prensa en el día de San Valentín: ausencia de contradicción.
Otra forma-sentido propuesta en el libro citado es la de una nueva perspectiva acerca de la mujer en el siglo XXI, pues sin estos cambios de imágenes, de ritmo-sintaxis y de transformación del sujeto por el lenguaje y del lenguaje por el sujeto, no advendrá un futuro Estado anticlientelar y antipatrimonial como el que sueña la juventud que se ha alzado en contra de la democracia representativa y sus contravalores. En el poema 4 titulado “Feminista 1970-2999” hay una propuesta que rompe con la ideología feminista de los años 70 del siglo pasado y avanza un sentido de la mujer del siglo XXI en adelante:
La de acá, y algunas de más allá,
Alimentó de un vaginazo al parásito,
en nombre, oh fedrada, de la revolución
del grito único, en la circunvolución analfabeta.
Y el parásito se le aferró como hiedra y bolero
y ella, en su orfandad inmemorial,
vapuleada por los ancestros
despreciada por el primogénito
y sus amigos imberbes.
Por el barrio y la página social amarillenta
la liberación, grita, me moldeó el cráneo celeste
y soporté, como cura sureña
los diez amantes de mi marido
y él mis diez.
Toleré, digo, al consolador azulado
de las abandonadas de la noche
Y así, dejé de pensar, de decir azul
Donde era rojo.
Hoy, al cabo de tantos años, con canas pudientes
y arrugas en la mirada
me ha vuelto conservadora.
Lo tengo todo, he hecho mi revolución
Estas novedades no surgirán nunca de los poetas e intelectuales que han hipotecado y encadenado su palabra al servicio de los proyectos políticos que han invisibilizado y reducido a los sujetos a la unidad-totalidad-verdad. Surgirán esos nuevos discursos del pensamiento innovador de poetas e intelectuales libres.
Como surgió en el siglo XX el poema de Franklin Mieses Burgos, “Paisaje con un merengue al fondo”, el cual es una crítica a la ideología del frente oligárquico y sus historiadores e intelectuales del viejo proyecto liberal conservador que pensaron siempre al pueblo dominicano como lo vio José Ramón López en su ensayo “La alimentación y las razas”, es decir, como un ente lleno de vicios, tarado para siempre e imposibilitado fundar una nación, de acceder a la cultura y la civilización y con la necesidad de ser gobernado por una potencia extranjera. El poema de Mieses Burgos sitúa esos mitos y plantea lo contrario de esta ideología desvalorizadora del pueblo dominicano y por esa razón debe acompañar a la juventud del siglo XXI.
Entre los mitos descalabrados por el poema de Mieses Burgos están, en boca de los intelectuales colonizados, los de tachar a los dominicanos de indolentes, haraganes, que solo aman las fiestas y no el trabajo, que para ellos la vida no vale nada, que el merengue, con su tambora, su güira y acordeón, es música de negros que solo sirve para reforzar la holgazanería y que el machete del campesino es un símbolo de atraso. A toda esa ideología negativa responde el poema de Mieses Burgos con un: pero mientras tanto:
Bailemos un merengue:
Un furioso merengue/que nunca más se acabe.
Con el cierre del sentido que transforma la ideología de nuestros historiadores e intelectuales colonizados, el texto de Mieses Burgos valora el machete de nuestros campesinos como herramienta de trabajo y lo encumbra a una dimensión histórica que crea una poética nueva donde la guerra contra Haití y España produjo nuestra independencia y nuestra Restauración. También en Cuba el machete de Máximo Gómez y sus mambises fue el terror de los españoles. Por esa razón termina el poema de Mieses Burgos con este verso que dice que el machete dominicano:
SE HA CONVERTIDO EN PLUMA PARA ESCRIBIR LA HISTORIA
La literatura de la juventud del siglo XXI dominicano está por llegar. Sin ella, no habrá poética de la sociedad, la política ni ética de los sujetos alzados. Sin el poema, el movimiento de la juventud alzada se convertirá en simple rebelión en contra del poder. La rebelión, lo dice Meschonnic, refuerza el poder que combate. Un ejemplo al alcance de la mano lo tiene la juventud alzá en la revuelta de Abril de 1965; reforzó el poder que combatía: los Estados Unidos y el Triunvirato terminaron imponiendo a Balaguer. Los triunviros se convirtieron en ministros y jefes del Partido Reformista.
A la juventud alzá: mi último deseo: no se diluyan, como le sucedió a la Marcha Verde. Construyan un movimiento o partido de ustedes mismos, que no sea clientelista y patrimonialista y que trabaje para crear la conciencia política y la conciencia nacional en el pueblo dominicano con la estrategia final de crear un Estado nacional verdadero en el marco de la segunda independencia política latinoamericana.
No les cedan su poder a los partidos políticos tradicionales: son clientelistas y patrimonialistas. Esa es la única forma de hacer política que conocen.