En los últimos 16 meses, 98 niños del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, con edades desde un día de nacido hasta los 11 años, han muerto de manera violenta y accidental, de acuerdo a estadísticas del Instituto Nacional de Patología Doctor Sergio Sarita Valdez.
De esa cantidad 86 eran de nacionalidad dominicana, ocho haitianos, un estadounidense, un canadiense, un alemán y un kasajan.
Son cifras que se convierten en más espeluznantes cuando los patólogos forenses descubren en las autopsias hallazgos reveladores de la violencia física, sexual, psicológica y verbal que han provocado las muertes a esos menores.
La tragedia es de mayor impacto cuando en esos fallecimientos tienen marcadas responsabilidades los padres, tutores, familiares y vecinos de los niños.
El reporte del Instituto presenta el caso de un infante de solo un día de nacido, que murió de asfixia por ahogamiento, víctima de un homicidio, en el sector Mejoramiento Social.
Causas de muertes. Se citan entre las causas de las muertes infantiles violentas y accidentales, la asfixia mecánica por ahogamiento, asfixia por estrangulación manual, Síndrome de Niño Maltratado (SNM), electrocución, trauma contuso, asfixia por ahogamiento y por sofocación, carbonización, quemaduras, entre otros.
Los patólogos forenses Sergio Sarita Valdez y Santo Jiménez Báez, contaron a HOY algunas de sus experiencias de muertes de niños que han sido víctimas del Síndrome de Niño Maltratado, una forma grave de maltrato infantil con consecuencia de violencia doméstica, que se acompaña de daño físico o psicológico inferido a un niño mediante agresiones reiteradas, provocadas por uno o más adultos que están a cargo de la víctima.
Sarita Valdez citó el caso de una niña que fue llevada al hospital infantil San Lorenzo de Los Mina con convulsiones por altas temperaturas porque supuestamente se había caído. Sin embargo, en la autopsia encontraron fractura interna en la cabeza de la menor y una meningitis. Se determinó que no era la primera vez que la menor había sufrido golpes. Cuando se investigó a la madre esta admitió que el padrastro era quien siempre la golpeaba.
Asimismo, el experto contó que ha descubierto en autopsias negligencias de padres que, a pesar de tener buen poder adquisitivo, dejan morir al niño de desnutrición. También, pierden la vida por asfixia, al llevar a su boca alimentos u objetos que los atraganta.
“En autopsia hemos encontrados en los estómagos de niños, con meses de nacidos, pedazos de plátanos, yuca y otros alimentos que demuestran el descuido de sus padres”, manifestó.
Por su lado, Jiménez Báez dice que hay decenas de casos que no llegan al Instituto. No obstante, todos los que estudian tienen evidencias de daños antiguos en los niños, los cuales se evidencian en los huesos, músculos y órganos, en los que aparecen cicatrices.
Coincide con Sarita Valdez en que cuando hay trifulcas en el hogar y violencia intrafamiliar, los niños son quienes pagan las consecuencias, al ser estos el blanco perfecto para que padres incómodos y furiosos descarguen toda su ira sobre ellos.
“He visto casos en los que el padrastro o padre viola sexualmente a la niña, la madre lo sabe y se calla para no perder a su marido”, expresa Sarita Valdez.
Agrega el experto: “he realizado autopsias que cuando investigamos meten miedo. El problema es grande y no es nuevo. Por la cultura se entiende que el muchacho se educa o se disciplina en base a golpes o castigo físico”.
Precisamente, según la Encuesta Enhogar 2014, realizada por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), los responsables de los hogares dominicanos tienen la tendencia de recurrir a métodos violentos para disciplinar a los niños.
Ese dato fue confirmado por la encuesta de la Gallup para World Vision, organización que elaboró un Análisis sobre el Fenómeno del Abuso Físico contra Niños, Niñas y Adolescentes en República Dominicana.
De acuerdo con los hallazgos del análisis, al menos el 51% de los niños, niñas y adolescentes está expuesto a algún tipo de castigo en sus hogares, y de ellos un 22.5% sufre castigo físico.
Otro estudio revela que el 67.4% de los hogares dominicanos utiliza el castigo físico o sicológico como método para disciplinar a sus hijos, en una conducta de la que no escapan los niños con discapacidad, que en muchos casos son víctimas de abusos y maltratos por parte de familiares.
Violencia pasiva y activa. El doctor Jiménez Báez, director del Instituto Nacional de Patología Doctor Sergio Sarita Valdez, sostiene que la violencia en contra de los niños se expresa de manera pasiva y activa. Explica que hay niños que van muriendo lentamente cuando sus padres a pesar de contar con los recursos económicos no alimenta bien a sus hijos, son llevados tardíamente al médico cuando tienen una dolencia, lo que se constituye en una negligencia.
También, explica el experto, la violencia pasiva se manifiesta cuando por descuido los niños mueren a causa de asfixia al introducirse objetos en la boca, por electrocución, por ahogamiento o se suicidan por depresión, al ser insultados con frecuencia por sus padres.
Calificó como una violencia pasiva el caso de un niño de ocho años que preparó su mochila en la que echó su uniforme, otro tipo de ropa, sus cuadernos y zapatos. Se ahorcó porque sus padres quienes practicaban una secta religiosa le decían que el morir era una ganancia porque se encontrarían con Dios en un paraíso.
En tanto, describe la violencia activa cuando al niño se le provoca la muerte con objetos contusos, con palos, piedras, alambres, correas, entre otros. Los niños víctimas tuvieron padres que descargaron con ellos su desesperación, angustia y estado anímico. Es que los menores son el blanco perfecto de padres incómodos y furiosos.
Observa que los niños son instrumentalizados cuando hay de por medio problemas sentimentales.
“Hay una gran cantidad de niños que son maltratados, que mueren por conflictos matrimoniales o de pareja. Muchas veces son padrastros o esposos que tienen hijos y no son parte del matrimonio”, dice.
También, hay casos en los que la presencia de un niño que es hijo de uno de los padres, crea conflictos por los celos.
Los niños sufren todos esos tipos de violencia a pesar de la existencia de la ley 136-03 sobre el Sistema de Protección y los Derechos Fundamentales de Niños, Niñas y Adolescentes, que en su artículo 396 dice que la sanción por abuso físico, psicológico y sexual, será de dos a cinco años de prisión y multa de tres a diez salarios mínimo establecido oficialmente, vigente al momento de cometer la infracción.
La sanción aplica si el autor del hecho mantiene una relación de autoridad, guarda o vigilancia (maestro, guardianes, funcionarios, policías etc.) sobre el niño, niña o adolescente y se producen lesiones severas, comprobadas por especialistas en el área.
El artículo 397 sanciona el abuso por sus responsables. Si el abuso es cometido por el padre, la madre u otros familiares, tutores o guardianes, responsables del niño, niña o adolescente, en contra de sus hijos, hijas o puestos bajo su guarda o autoridad, serán sancionados con privación de libertad de dos a cinco años y multa de uno a cinco salarios mínimo establecido oficialmente.