Avenida México, un gesto de gratitud

Avenida México, un gesto de gratitud

La designación de una avenida de Santo Domingo con el nombre de México fue un gesto de gratitud de los dominicanos para con el país que se unió a su lucha contra la ocupación norteamericana de 1916-1924. Por eso la denominación existe desde 1922, aunque hoy la vía tenía otros límites.
También fue en reciprocidad porque poco antes aquella nación denominó una de sus calles con el nombre de República Dominicana.
Y en enero de ese año los integrantes de la Sociedad Literaria Plus Ultra, constituida por los más prominentes intelectuales nacionales elevaron la misma solicitud. Esta agrupación, dirigida por Manuel Arturo Peña Batlle, tenía entre sus miembros a Manuel de Jesús Troncoso de la Concha, Carlos Larrazábal Blanco, Alcides García, Jesús María Troncoso Sánchez, Manuel A. Amiama, Juan Isidro Jimenes Grullón, Arturo Despradel y José Enrique Aybar. Editaban el periódico “Claridad” y fue una de las organizaciones más trascendentes en el ámbito cultural y una de las más altas voces contra la intervención de Estados Unidos.
Día de México. El 16 de septiembre de 1922 el Listín Diario celebraba con ese título “un aniversario más de la gloriosa” independencia mexicana.
“Este fausto acontecimiento llena de intimo regocijo a los dominicanos que estiman y agradecen las pruebas constantes de simpatía y solidaridad que el pueblo de Juárez e Hidalgo viene dándonos en nuestro largo viacrucis camino de la reintegración de nuestra perdida soberanía”, agregaba.
En México, significaba, “tiene la República Dominicana muy buenos amigos, destacándose entre todos ellos el ilustre José Vasconcelos, ministro de Instrucción Pública en el próspero país que echa adelante bajo la presidencia del general Obregón”.
Adelantaba que el Honorable Ayuntamiento de Santo Domingo, “en cortés reciprocidad a la nación mexicana, ha bautizado una de nuestras calles con el nombre de Avenida México, y esta tarde, y como homenaje a la fecha de emancipación de la tierra legendaria de los aztecas, se colocarán los rótulos con la nueva designación de honor”.
“Que México siga viviendo, por los siglos de los siglos, libre, independiente y feliz: y nuestros parabienes a su digno cónsul en esta capital”.
Se celebró un gran acto de inauguración de esta arteria, con discursos de autoridades mexicanas y dominicanas e interpretación de los himnos nacionales de México y República Dominicana.
Resolución. El 2 de septiembre de 1922 el Ayuntamiento de Santo Domingo designó con el nombre de “Avenida México” “la nueva vía que al Norte de la ciudad es conocida actualmente con el de “la Esperilla”, para reciprocar el acuerdo del Honorable Ayuntamiento de la Ciudad de México que ha dado a una de sus calles el nombre de República Dominicana”.
En su artículo segundo anunciaba que el 16 de septiembre, aniversario de la Independencia de México, “serán fijadas las placas enunciadoras del nuevo nombre y a este acto, al que asistirán el Consejo en pleno, como homenaje de simpatía a la nación hermana, será invitado especialmente el señor Cónsul General de México en esta ciudad capital”.
Concluía expresando que el síndico municipal “cuidará del mejor y más exacto cumplimiento de la presente resolución, de la que se enviará una copia al precitado señor cónsul general de México”.
Firmaban el presidente del cabildo, Manuel de Jesús Gómez, y por el secretario, José R. Pérez Román, subsecretario.
La calle. La avenida México, que Luis E. Alemar describe como la que “corre al Norte de la Mansión Presidencial”, y va “de Este a Oeste desde la calle José Dolores Alfonseca (30 de Marzo) al antiguo camino de “La Esperilla”, se ha extendido de forma considerable. Hoy atraviesa esos límites. Nace en el sector de Borojol y llega hasta la Alma Máter donde adquiere el nombre de “José Andrés Aybar Castellanos” hasta la Abraham Lincoln.
El ingeniero Rafael Tomás Hernández participó en los trabajos de ampliación y remodelación de esta vía que arrasó con otras que rendían merecido tributo a héroes y próceres de la Independencia y de otras luchas.
Contó que mientras se realizaban los nuevos trabajos el presidente Joaquín Balaguer lo recibió un día y muy pensativo le dijo: “Hemos contraído una deuda histórica con un prócer nacional, Félix María Ruiz”.
Porque al reconstruir la México el trinitario quedó fuera del mapa de Santo Domingo.

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