El panorama de la economía internacional luce complicado y América Latina no es una excepción: después de Europa es la región que menos crecerá en todo el mundo en 2023, de acuerdo con previsiones del Banco Mundial.
En su más reciente informe “Perspectivas económicas mundiales” difundido el martes, el BM prevé que la economía mundial crecerá un 1,7% este año y un 2,7% en 2024. Para Latinoamérica estima que el crecimiento se desacelere marcadamente a un 1,3% en 2023, menos de la mitad del 3,6% de 2022, para recuperarse al 2,4% el año próximo.
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“La crisis que enfrenta el desarrollo se está intensificando a medida que las perspectivas de crecimiento mundial se deterioran”, dijo David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial. “Los países emergentes y en desarrollo se enfrentarán a varios años de crecimiento lento”, manifestó en un comunicado de prensa.
El pronóstico para la región representa una revisión a la baja con respecto a las previsiones del BM en junio de 2022. En ese momento se estimaba que América Latina crecería este año un 1,9%, es decir 0,6 puntos porcentuales más que el actual pronóstico.
Las previsiones se revelaron en momentos en que existe una elevada inflación, aumento de las tasas de interés, reducción de inversiones y un impacto por la invasión rusa en Ucrania.
La región enfrenta una amplia gama de desafíos: por sus vínculos comerciales está expuesta a la desaceleración de las economías avanzadas y al debilitamiento de China, que reducirá el alza de las exportaciones. Además, se espera que la disminución de los precios de las materias primas y el endurecimiento de las condiciones financieras impacten en la inversión sumado a la persistente inflación, que “sigue siendo un problema importante”, explicó a The Associated Press Philip George Kenworthy, economista del BM.
En 2020, por el impacto de la pandemia de coronavirus, la economía latinoamericana retrocedió a niveles no vistos en más de un siglo, con una contracción de -6,2%. Al siguiente año, en 2021, se recuperó y alcanzó un crecimiento de 6,8% que se redujo casi a la mitad en 2022.
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El BM advirtió que “dada la frágil situación económica” cualquier acontecimiento nuevo adverso podría llevar a la economía mundial a una recesión, la primera vez en más de 80 años con dos recesiones mundiales en la misma década.
Latinoamérica tiene la tasa de crecimiento potencial más baja entre las regiones en desarrollo y por eso es generalmente más lento también.
Sin embargo, “el pronóstico de crecimiento en la región es débil incluso en comparación con sus propios promedios históricos”, dijo Kenworthy al responder una serie de preguntas escritas enviadas por correo electrónico. “Esto refleja las expectativas de crecimiento particularmente lento en algunas de las economías más grandes de la región”.
Europa y Asia Central será la región que mayor reducción de la actividad tenga en 2023, a un 0,1%, de acuerdo con las previsiones del BM. En 2024 el crecimiento llegaría al 2,8%. En Oriente Medio y Norte de África retrocedería a 3,5% este año; en África subsahariana se desaceleraría a 3,6% en 2023; en Asia Oriental y el Pacífico caería a 4,3%; y en Asia meridional a 5,5%.
En el caso de Latinoamérica, la desaceleración está vinculada también con los esfuerzos de las autoridades monetarias por controlar la inflación.
Entre las economías regionales más grandes, el BM espera que Brasil crezca un 0,8% en 2023, México un 0,9%, y Chile se contraiga un 0,9%, sobre todo por el efecto de las políticas monetarias implementadas para frenar la inflación. Además, los tres países sentirán negativamente la desaceleración de grandes socios comerciales como Estados Unidos y China.
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Chile, además, enfrenta los desafíos relacionados con los precios de las materias primas porque exporta metales e importa energía, explicó el economista del BM. Se espera que los precios de los metales caigan más este año que los de la energía.
En Argentina, en tanto, el crecimiento caería a un 2%, en Colombia a un 1,3% y en Perú un 2,6%.
En América Central, por otra parte, se prevé que el crecimiento caerá a 3,2% en 2023 por el impacto de la desaceleración de la economía de Estados Unidos en las exportaciones y el ingreso de remesas.
El BM dijo que las proyecciones señalan un estancamiento en el nivel de vida en la primera mitad del decenio de 2020, con un crecimiento promedio del Producto Interno Bruto per cápita de 0,6% anual entre 2020 y 2024.
“Esto podría dificultar la lucha contra una amplia gama de problemas sociales y agravaría los obstáculos que impiden un desarrollo sostenido e inclusivo en América Latina y el Caribe”, advirtió el organismo con sede en Washington.