Muy pocas veces hemos visto que un fraude electoral salga tan mal, igual a pegarse un tiro entre las piernas uno mismo, y el autor de este fallido fraude, en el caso de Venezuela, fue el régimen chavista que dirige Nicolás Maduro. Nos referimos a las elecciones regionales en Venezuela, un proceso electoral que se desarrolló, el 21 de noviembre del año pasado, del que quedó un estado pendiente por votar: el estado de Barinas.
Para comprender la importancia de las elecciones en Barinas, como la relevancia de ese estado, debemos saber que, el estado de Barinas, es el lugar donde nació y creció Hugo Rafael Chávez Frías. Y desde que este llegó al liderazgo nacional y emprendió su revolución bolivariana, el estado de Barinas siempre estuvo gobernado por su padre y por sus hermanos. El primer gobernador de Barinas en la era chavista, fue, Hugo de los Reyes Chávez, padre de Chávez.
Hugo de los Reyes Chávez pertenecía al Comité de Organización Política Electoral Independiente, partido mejor conocido como COPEI, el tradicional partido demócrata-cristiano, que en Venezuela representa a la derecha. Sin embargo, de los Reyes Chávez cambió de posición en el espectro político, cuando su hijo, Hugo Rafael Chávez Frías, obtuvo la presidencia de Venezuela y emprendió su revolución.
Adán Coromoto Chávez Fría, mejor conocido como, Adán Chávez, el hermano mayor de Hugo Rafael Chávez Frías, un físico, docente universitario, y además ideólogo marxista, fue el segundo gobernador de Barinas en la era chavista. Tanto su padre como el, ambos se hicieron reelegir y gobernaron por dos periodos consecutivos.
Actualmente gobernaba Barinas, Argenis Chávez, el menor de los hermanos Chávez, e iba por la reelección. Argenis fue derrotado en los comicios del 21 de noviembre del año pasado, por Freddy Francisco Superlano, el candidato de la oposición. Sin embargo, a pocas horas, del Consejo Nacional Electoral proclamar al candidato vencedor que era, de manera clara, Freddy Francisco Superlano, el candidato de la Mesa de Unidad Democrática, la MUD, la principal coalición opositora en Venezuela, el Tribunal Supremo de Justicia, anuló esa elección.
La justificación fue que Superlano estaba inhabilitado para ser candidato, y la verdad es que él había estado inhabilitado, por su participación en la ofensiva de Juan Guido para forzar la caída de Nicolas Maduro. Pero como Maduro necesitaba darle credibilidad a ese proceso electoral, en el que se elegirían gobernadores y legisladores, le indultó. Siendo luego aceptado por el Consejo Nacional Electoral como candidato.
A Nicolás Maduro y a Diosdado Cabello, es muy probable que le parecía una terrible e inaceptable tragedia perder en la tierra de Hugo Chávez, un estado que siempre estuvo gobernado por los Chávez, y sobre todo que el derrotado fuera precisamente un Chávez.
Diosdado Cabello era quien mejor relación tenía, con los hermanos y con el padre de Hugo Chávez. De hecho, Argenis Chávez, el menor de los Chávez, era su protegido, por tanto, esto fue terrible para él. El asunto es que, dadas esas circunstancias, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela anuló la elección en la que estaba ganando la oposición y ordenó repetirlas, lo cual se llevó a cabo el pasado domingo 9 de enero y el resultado fue astronómicamente peor para el chavismo.
Argenis Chávez había sido un pésimo gobernador y como la anulación de los comicios fue un desastre, no quiso volver a ser candidato. Maduro entonces puso de candidato a un hombre de su confianza, que era además una ficha fuerte del chavismo, Jorge Alberto Arreaza Montserrat, excanciller de Venezuela y exesposo de una hija de Hugo Chávez.
El que resultó también derrotado por el candidato de la oposición que, como no dejaron competir a Superlano, ahora era Sergio Garrido quien venció al candidato del chavismo, casi por 15 puntos porcentuales. La derrota que se autoinfligió el chavismo, fue más terrible que, la que había sufrido el 21 de noviembre del año pasado.
Si el chavismo hubiera reconocido su derrota, en el estado de Barinas, ya que en esas elecciones ganó en la mayoría de los estados, esto le habría dado mayor credibilidad a ese proceso electoral, e incluso legitimidad a esa victoria. Pero, al no aceptar la derrota en Barinas, ese terrible fraude desembocó en una derrota aun mayor, visibilizando un terrible hastío del chavismo por parte de la población. Equiparable a dispararse ellos mismos, entre sus piernas.