Barriendo el Alma: ¿Qué estás viendo?

Barriendo el Alma: ¿Qué estás viendo?

Xiomery Mercedes

“Entonces Eliseo oró: SEÑOR, ábrele a Guiezi los ojos para que vea”. 2 Reyes 6:17.

En una época de conflictos y guerras, el rey de Aram se abalanzaba sobre Israel, tratando de hacer todo lo posible para destruir las ciudades y el pueblo de Dios. Pero Dios avisó a Eliseo de los planes del rey enemigo. “Y en varias otras ocasiones Eliseo le avisó al rey de Israel, de modo que este tomó precauciones”. (2 Reyes 6:10). El rey de Aram estaba enojado y quería que Eliseo muriera a toda costa.

Eliseo y su siervo habían viajado a una ciudad llamada Dotán. Cuando el rey de Aram descubrió que Eliseo era quien daba sus planes de batalla al rey de Israel, envió una fuerza masiva de hombres con carros y caballos para acabar con Eliseo. Llegaron al amparo de la oscuridad y rodearon la ciudad mientras Eliseo dormía.

El criado no durmió muy bien esa noche. Dando vueltas en la cama, cada sonido fuera del campamento le inquietaba. ¿Había alguien allí? ¿Estaba el peligro acechando? ¿Estaba Eliseo a salvo? Cuando amaneció, el sirviente ya estaba despierto. Salió a inspeccionar la escena y no pudo creer lo que vio. La ciudad estaba completamente rodeada. Los arameos habían encontrado la ubicación de Eliseo y se habían colocado en un anillo de asalto asfixiante durante la noche. No había forma de salir.

Rendirse. O mirar hacia arriba. Eliseo eligió mirar hacia arriba y apoyarse en su fe. Él declaró: “Los que están con nosotros son más que ellos”. Y luego oró. No por sí mismo. No por la liberación del ejército que lo perseguía. Eliseo oró por su siervo. Extraño, ¿no? ¿Por qué haría eso?

“Entonces Eliseo oró: SEÑOR, ábrele a Guiezi los ojos para que vea”. 2 Reyes 6:17 ¿Qué es lo que Guiezi no vio que impulsó a Eliseo a hacer esta oración? No vio que el ejército que rodeaba la ciudad estaba a su vez rodeado por el ejército de ángeles del Dios vivo.

“El SEÑOR así lo hizo, y el criado vio que la colina estaba llena de caballos y de carros de fuego alrededor de Eliseo”. 2 Reyes 6:17. Estaban rodeados, sin duda. Rodeados por fuerzas de Dios que resplandecían con su gloria y poder.

Lo mismo sucede contigo y conmigo. Puede ser cierto que las circunstancias nos encierren. Los enemigos han tomado sus posiciones en la noche. Todo tu mundo está rodeado de amenazas, acusaciones, misiles y odio. Pero aquí está la cosa: esa es solo la mitad de la historia. La mitad que recibes del adversario, porque él solo quiere creas que estás condenado. Que no hay salida.

Pero el Espíritu de Dios intercede por ti: Señor, abre sus ojos espirituales; Padre, haz que vea con los ojos de la fe.

Hoy Dios te quiere decir que, Él tiene rodeado a todo lo que te rodea a ti.

Dios te guarde.

Dios te bendiga.

Escrito inspirado en el libro: «No le des al enemigo un asiento en tu mesa: Es tiempo de ganar la batalla en tu mente» por Louie Giglio.

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