Washington.- El presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se reunieron ayer, viernes, en la Casa Blanca para reforzar su compromiso con la defensa de la democracia y la lucha contra el cambio climático, especialmente la protección del Amazonas.
Biden y Lula hicieron una exhibición de sintonía en su reunión en el Despacho Oval de la Casa Blanca, intercambiaron bromas y estuvieron juntos durante unos 50 minutos, mucho más de los 15 inicialmente previstos, y posteriormente siguieron conversando con sus asesores durante una hora más.
Al final del encuentro, Lula compareció ante la prensa fuera del Despacho Oval y reveló que había hablado con Biden sobre la posibilidad de que países ricos, como Estados Unidos, ayuden a preservar el ecosistema en las naciones de América del Sur, como el Amazonas en Brasil.
Lula aseguró que no había hablado específicamente con Biden sobre el Fondo Amazonía, creado en 2009 para ayudar a proteger el Amazonas, pero dijo que “cree” que Washington se unirá.
Noruega y Alemania eran los países que financiaban el Fondo Amazonía, pero congelaron sus aportaciones con el avance de la deforestación bajo el Gobierno del expresidente brasileño Jair Bolsonaro (2019-2023). Ahora, han expresado su intención de reanudarlas con Lula en el poder.
Más allá del Amazonas, Lula dijo que conversó con Biden sobre la necesidad de promover energías limpias, luchar contra el cambio climático y promover iniciativas destinadas a impulsar la igualdad social y racial, además de la democracia. El tema de la democracia fue en el que más se centró Biden en las declaraciones que ambos ofrecieron a la prensa al comienzo del encuentro en el Despacho Oval de la Casa Blanca.
Biden empezó aludiendo al “duro examen” que las democracias de Brasil y Estados Unidos, las más pobladas del continente americano, han tenido que superar en los últimos años.