Buenos Aires, Argentina. En vísperas del que hubiera sido el 56 cumpleaños del músico argentino Gustavo Cerati, el periodista Juan Morris recupera en una biografía los últimos instantes de esta estrella del rock latinoamericano antes del accidente cerebrovascular que lo dejó en coma en 2010.
“Gustavo abrió la boca para contestarle, pero no acertó a decirle nada”, escribe Morris en “Cerati. La biografía” al reconstruir lo ocurrido en el camerino el 15 de mayo de 2010, tras el último concierto de la gira Fuerza Natural en Caracas, cuando los miembros de Soda Stereo percibieron que el líder del grupo no se encontraba bien.
La primera clínica adonde lo llevaron se había quedado sin luz y tardaron unas horas en trasladarlo a otro centro médico, donde fue sometido a unos primeros exámenes pero no le diagnosticaron un accidente cerebrovascular (ACV), relata el periodista en una investigación en la que trabajó cuatro años.
Pasó toda la noche antes de que lo viera un cardiólogo y los médicos tardaron todavía unas horas más en avisar a la familia de que había que operarlo de urgencia porque “su cerebro se había inflamado tanto que estaba haciendo presión contra el cráneo».
La biografía aborda también los más de cuatro años que pasó en coma, hasta su muerte, en Buenos Aires, el 4 de septiembre de 2014, pero su autor prefiere evocar las páginas que rememoran la infancia del artista que “influyó con Soda Stereo a toda la generación de músicos de rock que surgieron después de los 80 en la región».
“De chico le atraían los ovnis, le gustaba dibujar, dibujaba sus propios cómics y superhéroes, creaba su propia mitología”, dice a Efe Morris, quien recuerda también cómo antes de tener su primera guitarra, a los nueve años, Cerati ya interpretaba canciones ante su familia con escobas e instrumentos de juguete.