Cadáveres junto a desechos biológicos, gusanos y personal exhausto, el día a día en el Inacif

Cadáveres junto a desechos biológicos, gusanos y personal exhausto, el día a día en el Inacif

Cadáver yace en el piso junto a una montaña de desechos biológicos en la morgue del INACIF. Fuente externa.

Cadáveres junto a desechos biológicos, gusanos que infestan la sala de autopsias y personal exhausto trabajando a toda capacidad pese a las limitantes, son sólo algunas de las precariedades que se observan al interior de la morgue del Instituto Nacional de Ciencias Forense (Inacif), ubicada en el cementerio Cristo Redentor, como nos narra en exclusiva para el Periódico Hoy, un colaborador interno, cuya identidad protegemos.

“El mal olor no se aguanta, ya que una de las neveras en la que se almacenan los cadáveres no está funcionando y por la gran cantidad de casos, muchos han tenido que ser entregados a sus familiares descompuestos, varios días después. Hemos sentido que la Procuraduría de la República se ha olvidado de nosotros”, expresó la fuente.

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Quejas de los afectados

Una de las quejas externadas por familiares de los fallecidos, es que a pesar de que los cadáveres de sus parientes llegaron en buen estado, debieron ser sepultados de inmediato, esto, según denuncia nuestra fuente interna, como resultado del mal funcionamiento de los refrigeradores para cadáveres, descompuestos desde hace meses, imposibilitando la conservación de los cuerpos por un tiempo mayor.

Además, se quejan porque el proceso para la entrega se ha vuelto largo, teniendo que esperar hasta casi una semana para ser sepultados.

“A veces, sacaban tres y cuatro casos por día. Hubo un día que no sacaron ni un solo caso dizque porque se dañaron las máquinas y de una muerte que ocurrió el domingo, me lo entregaron el viernes en la tarde. Me dijeron que podía amanecer con él en la casa, estaba un poco descompuesto, pero que preparándolo un poco, podíamos tenerlo en la casa esa noche”, expresó Luis Ledesma, hermano del joven Emnanuel Ledesma, ultimado la madrugada del domingo 14 y cuyo cuerpo fue entregado el viernes 19.

“Yo estando ahí, hubo muchos casos que tuvieron que llevárselos a enterrar directamente al cementerio acompañados de una unidad especial, porque estaban muy descompuesto. Para que nos entregaran a mi hermano, varias personas con rango tuvieron que llamar para que nos resolvieran el mismo viernes”, señaló Ledesma.

Denuncias de los colaboradores

Desde hace tiempo, colaboradores de la entidad se han quejado sin éxito, por las carencias que presenta la sala de autopsias, donde sólo dos camas están disponibles y han tenido que incurrir, en casos extremos, a realizar los procedimientos en camillas comunes, que no cuentan con los equipos necesarios como sistema de drenaje e iluminación.

“En ocasiones , se juntan los médicos del Inacif y de Patología, pero no pueden trabajar al mismo tiempo, debido a que no hay suficientes espacio para todo el personal; no tenemos donde bañarnos por la falta de agua, hemos tenido que ser asistidos por los bomberos, ya que la cisterna está sucia. Incluso, un doctor adquirió una tiña por el uso de esa agua”, denunció nuestro informante anónimo.

“Además, nos hemos quejado constantemente porque no se está recogiendo el material biológico con frecuencia y a veces, las fundas con esos desechos duran días en la misma sala, junto con los cadaveres que aguardan por autopsias, donde lo correcto sería que se incineraran con frecuencia para evitar propagación de enfermedades”, indicó.

Asegura que en ocasiones, personal de Patología Forense, que también opera desde hace meses en el mismo recinto, debe esperar a que los médicos del Inacif terminen a las 4:30 de la tarde, para ellos iniciar su labor, con casos de muertes naturales.

A esto se le suma, que debido a que El Instituto Nacional de Ciencias Forenses es apéndice de la Procuraduría General de la República, los días libres de los patólogos, deben dedicarlos a comparecer como testigos, en diferentes casos.

“Lo único que nos llevamos es la satisfacción de poder colaborar para que los culpables estén entre las rejas y los inocentes en las calles, aunque lamentablemente el trabajo de cada colaborador, no es valorado en su justa dimensión”, lamentó.

Carencia de personal en el Inacif

En total, sólo hay siete médicos del Inacif para peinar el Gran Santo Domingo completo, además de las provincias San Cristóbal y Monte Plata en busca de fallecidos. A esto se le suman los casos denominados por ellos como “de alto perfil”, que involucran personalidades y hechos sonoros en todo el territorio nacional.

Actualmente, son los propios médicos quienes deben realizar las fotos forenses, (entre 200 y 250 por autopsia), debido a que el fotógrafo que había, renunció hace poco tiempo, lo que sumado a la gran cantidad de casos registrados en los últimos días, ralentiza su trabajo.

“La situación es aún peor cuando le toca el turno a las mujeres, porque debido a la carencia de personal técnico, se le hace difícil abrir una cabeza por ejemplo, utilizando una segueta, labor que deberían realizar estos colaboradores, de los que actualmente carece la entidad y eso sin contar que muchas veces comemos entre 5:00 y 6:00 de la tarde, luego de una jornada completa de trabajo extendida por estas carencias”, reveló la fuente.

Pese a todas estas precariedades, el sueldo actual de estos médicos forense es de RD$ 53,000 pesos, lo que hace poco atractiva la plaza y se refleja en la escasez de personal denunciada.

“En el fin de semana por ejemplo, hubo una autopsia que se extendió por seis horas, debido a que el individuo presentaba 14 impactos de bala, lo que retrasó los demás casos y esto nos exige mucho más”, expresó.

Asegura que aunque se realicen todas las autopsias pendientes y se entregue la totalidad de los cuerpos, la problemática persistirá, si no se interviene de manera general por el organismo responsable de su correcto funcionamiento, en este caso, es la Procuraduría General de la República.

“La semana pasada hicimos un operativo reforzado y se avanzó con casi todo los casos, pero es que si no tenemos personal suficiente, es imposible dar respuesta en un tiempo prudente”, indicó.

Al otro lado del espectro

Dentro de una ambulancia fúnebre, con su mirada agachada y fija en un ataúd, aguardaba una mujer la tarde de este miércoles por el cadáver de un familiar, con la esperanza de que sea entregado con celeridad por las autoridades, aunque el tiempo pasa y su angustia aumenta, por la falta de respuesta del Instituto Nacional de Ciencias Forenses.

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Mujer espera cuerpo de familiar dentro de una ambulancia funebre./foto Jose de León.

Esta escena se hace repetitiva constantemente en los últimos días, frente a la morgue de la institución, ubicada en el interior del cementerio Cristo Redentor, donde vehículos fúnebres aguardan como si se tratase de alguna parada del transporte público, por la entrega de los cuerpos, en compañía de sus dolientes.

Son decenas los casos que actualmente presentan retrasos, debido a las deplorables condiciones en las que opera el personal forense, que debe navegar entre los gusanos y el olor putrefacto que expiden los cuerpos en descomposición.

La situación ha provocado que la desesperación se apodere de los afectados, quienes han llegado incluso a violentar la seguridad del recinto y a amenazar al personal, como sucedió la semana pasada con familiares y allegados a los hombres muertos en medio de un tiroteo registrado en Los Tres Brazos, Santo Domingo Este.

En esa ocasión, las doctoras de turno fueron amenazadas de muerte si no entregaban los cuerpos a tiempo, por lo que fue necesaria la intervención de la Policía Nacional y su posterior reforzamiento.

El furgón azul de la muerte

Como medida temporal, se instaló un furgón en la parte exterior de la institución, que sirve como morgue, en el que al menos 50 cadáveres que no han sido reclamados, permanecen desde hace semanas en su interior, a la espera de sus parientes, a pesar de que ya se le han realizado sus autopsias, de lo contrario, deberán ser sepultarlos en fosas comunes.

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Furgón habilitado para almacenar cadáveres, al rededor de 50 cuerpos esperan ser recogidos por familiares. /foto Jose de León.

Esta realidad evidencia la profunda crisis que afecta tanto al Inacif, como a Patología Forense, dos instituciones que se han visto obligadas a trabajar en la misma área desde hace meses, abultando aún más la carga, tanto para el personal de planta, como para los parientes de los fallecidos, quienes deben esperar hasta días, para sepultar a sus seres queridos.

Actualmente avanzan en un 90% los trabajos de remozamiento de Patología Forense, con lo que se espera, se pueda despejar la situación, mientras aguardan por una intervención total a lo interno de la institución.

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