El Despacho de la Primera Dama, a través del Centro de Atención Integral para la Discapacidad (CAID), impartió un taller a favor de la inclusión escolar. Se enmarca en el Programa de Inclusión Escolar que desarrolla esta institución y el Ministerio de Educación (MINERD).
Participaron en este primer taller 12 maestros y maestras de apoyo de niños con condición de discapacidad que asisten al CAID.A esos maestros los acompañaron varios directores y coordinadores académicos de los centros educativos donde están escolarizados, además estuvieron presentes colaboradores de la Dirección de Educación Especial del MINERD.
La inclusión social, en especial de niños con discapacidad, es una de las prioridades de la Primera Dama, Cándida Montilla de Medina. De ahí que múltiples de sus iniciativas y acuerdos interinstitucionales giran en beneficio de esta población.
Mayor desarrollo desde las escuelas y colegios
El taller denominado “Maestra y Maestro de Apoyo” tiene como objetivo ofrecer herramientas para logar desde las escuelas y colegios un mayor desarrollo de los niños con discapacidad. Fue impartido y coordinado por el Servicio de Apoyo Psicopedagógico del CAID.
“Nosotros tenemos en nuestras manos la posibilidad de brindar a esos niños las oportunidades que les permitan llegar hasta donde se lo han propuesto”, dijo Mariel Duran, encargada del servicio de Apoyo Psicopedagógico.
Señaló que mientras más dominio y conocimiento se tienen del manejo de las diferentes condiciones y se busca atender las necesidades de cada niño, mejores serán los resultados de cara a su desarrollo integral.
Acceso, participación y éxito.
En la actividad se explicó que para garantizar que la práctica inclusiva sea de calidad, es necesario contar con tres componentes: el acceso, la participación y el éxito.
El acceso le permite a la persona estar presente en el espacio, donde se realizará la actividad; la participación es la que permite el intercambio de experiencias entre el individuo, el entorno y los demás participantes, y el éxito es lo que hace significativo el acceso y la participación.
Explicaron que cada uno de estos componentes vistos por si solos no justifica una práctica inclusiva de calidad. El hecho de estar presente en un espacio no sugiere que el individuo está incluido en las actividades que se desarrollen en el mismo.
El individuo debe participar de las actividades, intercambiar experiencias y lograr el éxito en las mismas.