A la fecha más de 125 mil personas ha caminado contra la enfermedad. El capítulo de carácter social del Grupo SID ha logrado inspirar al pueblo a prevenir y luchar
Hace catorce años, en el 2006, nace la Fundación Caminantes por la Vida, una iniciativa que logró inspirar y sensibilizar a miles de dominicanos que han donado pasos para aportar a favor de la lucha contra el cáncer.
Se trata del capítulo de responsabilidad social del Grupo SID, cuya misión es apoyar a las fundaciones e instituciones que trabajan con la detección temprana de diferentes tipos de cáncer; colaborar para que los pacientes tengan acceso a tratamientos efectivos y oportunos, así como mejorar la calidad de vida de quienes sufren esa terrible enfermedad.
Una de las principales acciones de la fundación es recaudar fondos para realizar las jornadas de salud denominadas “La Ruta de la Esperanza”, así lo explica Ana Cristina Bonetti, presidenta de la Fundación Caminantes.
“Nuestro compromiso de crear bienestar a través de acciones de detección temprana y tratamiento en apoyo a los pacientes en la lucha contra el cáncer, en el marco del ODS Salud y Bienestar que promueve mundialmente la vida, saludable colectiva para todas las personas de todas las edades para la construcción de sociedades prósperas, de una manera solidaria y de gran responsabilidad social”, asegura Bonetti.
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Agrega que, la fundación se creó con el deseo “de unirnos a la batalla contra el cáncer en las familias dominicanas”. En ese sentido, miles de pasos se han unido, de acuerdo a las estadísticas de la organización.
“En el año 2006 comenzaron las caminatas “Caminantes por la Vida” con una asistencia de unas 9,000 personas, y en el año 2011, el latir de todos los corazones que se unieron en ese momento se logró llegar a los 45,000 caminantes, para luego contar con el apoyo de más de 125,000 dominicanos”, explica la ejecutiva de Grupo SID.
Solidaridad traducida en dinero y ayuda
Con el apoyo de más de 125,000 dominicanos, que han donado sus pasos, asegura Ana Bonetti, se logródonar más de 50 millones de pesos a la instituciones y fundaciones que trabajan en la lucha y detección temprana del cáncer en la República Dominicana.
Un pueblo solidario
Más allá del dinero que es lo que hace posible los tratamientos y el acceso a las terapias, este modelo de inversión social pone de manifiesto la solidaridad y calidez del pueblo dominicano.
Al respecto, Ana Cristina, reconoce que uno de las principales ganancias es haber logrado concientizar a las personas y la multiplicación de la importancia de la causa, además de las jornadas de salud donde han impactando más de 20,000 pacientes con exámenes de papanicolau, sonomamografía y exámen de la próstata, tratamientos y apoyo infraestructurales.
“A través de los años, la Fundación Caminantes por la Vida ha podido y sigue alcanzando grandes logros, gracias a todas aquellas personas comprometidas con la causa. Esta comunidad de amigos se integra a la labor de ayudar al prójimo, mantiene la finalidad de colocar la salud como propulsor de calidad de vida del dominicano”.
Acompañamiento
Ana Cristina Bonetti dice que la mayor satisfacción no sólo es ayudar, sino realmente el seguir creando conciencia sobre las 10 batallas más frecuentes que libra la familia dominicana en su lucha contra el cáncer:
- Acceso a la información: Conocer los síntomas y reaccionar ante ellos nos encamina a un mejor resultado.
- Realizar exámenes y chequeos rutinarios: Importancia de por qué debemos chequearnos regularmente.
- Entender los beneficios de la detección temprana: Detección temprana trae mayores esperanzas y salva vidas.
- Perder el miedo al diagnóstico: Con el cuidado adecuado muchos cánceres pueden curarse.
- Combatir el terror a la enfermedad: Mientras más información tenemos y más temprano tenemos el diagnóstico, la ciencia y la fe es más fuerte que la enfermedad.
- Encontrar en la fe, la serenidad para luchar: Encuentra tu fe para que en paz luches por tu vida y te motives a sobrellevar los peores momentos de la enfermedad.
- Fortalecer los lazos familiares en momentos difíciles: Todas las pruebas que nos da la vida se llevan mejor si vas de la mano de tus seres queridos, recordando todos los días que el sufrimiento de uno es dolor de otro, eso es el verdadero amor familiar.
- Sobrepasar la crisis económica de la enfermedad con el apoyo de instituciones benéficas: En comunidades donde hay corazones, también existen almas que aportan de manera voluntaria con recursos financieros. El “bien” existe y en la más profunda oscuridad lo encontrarás, recuerda buscar ayuda más allá de tu entorno.
- Alimentar la voluntad de vivir por ti y por todos los que te quieren: el mejor legado y ejemplo que le dejamos a nuestros seres queridos es nuestra capacidad de luchar en la adversidad, de sonreír en el dolor, y de amar hasta el último respiro.
- Recordar que cuanto más oscura es la noche, más rápido saldrá el sol: la vida es un plan divino que trae consigo una enseñanza, ya sea las cosas buenas, como las no tan buenas, nuestra misión es aprender de cada experiencia fortaleciendo nuestra esencia como seres humanos de bien y amor, puntualiza Ana Cristina Bonetti.