Casa Abierta arriba este mes al 49 aniversario de su fundación en un escenario de limitaciones financieras que la han obligado reducir su impacto en la sociedad, cuando más la necesita, lamenta Raddamés de la Rosa, su director ejecutivo.
Fundada en el año 1974. desde su nacimiento Casa Abierta ha sido una organización enfocada en la promoción de la salud, en especial la salud mental, como estrategia idónea para reducir la demanda de drogas en la sociedad.
“Este 49 Aniversario encuentra a Casa Abierta transitando quizás el año más difícil de su vida institucional. Por vez primera en nuestra historia, en vez de aumentar, se redujo el apoyo económico del Estado en un significativo 25%. Una decisión sorprendente en el contexto post pandemia, en el que se recomendó reforzar las estrategias de salud mental. Otra causa de esta crisis financiera es la no distribución de los recursos del 15% de la Ley 155-17 a las asociaciones sin fines de lucro. Esto ha ocurrido en los últimos tres años”, expone el reconocido psicólogo.
Dentro de las precariedades de la Rosa reconoce el trabajo tenaz de tantas personas que desde la organización, la familia, la comunidad y sus organizaciones, la escuela; “asumen día a día caminar para que en cada vida haya un proyecto hacia un mundo mejor. Esto siempre será motivo de fiesta y agradecimientos”.
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Políticas y Fentanilo
Sin embargo, lamenta que en el país las políticas sobre drogas, preocupación que dio origen a Casa Abierta, continúen de espaldas a los nuevos tiempos.
Reitera que las estrategias nacionales siguen privilegiando la reducción de oferta y descuidando lo más importante: la reducción de la demanda.
“En esta mirada, anclada en el pasado, las sustancias psicoactivas, presentadas como monstruos apocalípticos, siguen siendo lo importante. El Fentanilo es el “engendro” de moda hoy. Este es un opioide sintético de uso médico, analgésico para tratar el dolor post operatorio. Pero, el uso inapropiado de esta sustancia puede generar consecuencias muy graves, incluso la muerte por sobredosis, como está sucediendo en los EE.UU., donde se ha hablado de epidemia”.
Subraya que en el país ya se está hablando de venta y consumo de esta sustancia mientras las autoridades lo han negado, aunque organizaciones que atienden a poblaciones marginales afirman lo contrario.
Indica que se ha empezado a hablar del Fentanilo, como hace años se habló de la heroína, y la urgencia de atender el fenómeno.
Refiere que un estudio del Consejo Nacional de Drogas, y la CICAD –OEA, en el año 2013, ya se afirmaba, “la reducción de riesgo y la oferta de tratamientos adecuados es urgente”. Asimismo, que se debía “estudiar seriamente la necesidad de instalar en el país un centro especializado para el tratamiento de la adicción a heroína”, a la vez que se recomendaba incluir el uso de “drogas de sustitución que se usan en la mayoría de los países que tienen este mismo problema”.
Sin embargo 10 años después, suceden numerosas muertes por sobredosis de heroína, mientras se espera la respuesta del Estado, a lo que se suponía una urgencia.
Indica que Casa Abierta, siempre rechaza centrar el discurso en la alarma social, sin propuestas, tras invitar a cuestionar el por qué siguen creciendo los consumos de drogas y luego desarrollar estrategias preventivas de largo alcance.