Carmen Heredia de Guerrero 
Después de tres años ausente por causas de la pandemia, la Academia Dominicana de Música, dirigida por la maestra Edith Hernández De Windt, celebró su VII Festival Nacional de Conjuntos Musicales, teniendo como sede la Sala ADMA de dicha Institución.
Durante tres días una gran cantidad de grupos musicales y corales, de Santo Domingo y del interior del país se dio cita para participar en este magno evento, abierto y no exclusivo a un solo género musical, alternando lo clásico y lo popular y evaluados por un jurado calificado, sin que significara el Festival una competencia, recibiendo los grupos un certificado de participación y una ficha con su evaluación.
El jurado estuvo compuesto por los reconocidos músicos y maestros: Efraim Lara –violinista, Lilliam Llaral –pianista-, Mairení Morel –violista y chelista-, Iván Domínguez –pianista-, José Miguel Taveras –violinista y director-.
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Los grupos participantes fueron: Coro infantil y banda -Colegio Lux Mundi-, Coro Juvenil y Conjunto de flautas dulces -Colegio Santo Domingo Savio-, Coro Juvenil –Colegio New Horizons-, Ensamble flautas y oboes –Fundación Festi-Band-. También Conservatorio Nacional de Música –Trío –piano cello y clarinete-. Escuela Elemental de Música Elila Mena –Ensamble de cuerdas- . Fundación Funalalo de Bonao –Infanil ensamble, flautas dulces-.
Fundación Fiesta Clásica, participó con tres grupos: Orquesta de Cuerdas, Ensamble Violas, y Conjunto de trombones. La Camerata Stay at Music con Orquesta de Cuerdas-
La institución anfitriona, la Academia Dominicana de Música & Artes, participó con siete grupos: Trío de piano, Trío de cuerdas, Dúo de cello y piano, Quinteto de cello, Conjunto guitarras, Orquesta de Cuerdas y Conjunto de barras.
Concierto de clausura
El Festival cerró con un concierto en la Sala ADMA, en el que participó un Quinteto de cuerdas, integrado por los profesores Efraim Lara y Julianna De Windt –violines-, Javier Salas –viola-, José Bonilla –cello- e Isaac Salas –contrabajo-
El concierto se inició con la Suite Don Quijote, del compositor alemán Georg Philipp Telemann, que recrea los capítulos más emblemáticos y sus personajes Don Quijote y Sancho Panza. La Obertura se inicia lentamente con ritmos punteados, luego se convierte en una Fuga. Con notas repetitivas se expresan los ataques a sus enemigos imaginarios los “molinos de viento”. Las cuerdas tocan como suspiros por la amada “Dulcinea”.
Con ritmos punteados escuchamos el “Galope de Rocinante”. Otros hermosos motivos se suceden. Finalmente la música alegre nos transmite a los sueños felices del Quijote. Bellísima pieza para un inicio de concierto.
A continuación fue interpretado el concierto No.2 K39 de W. A. Mozart, la pianista Tahira Vargas como solista.
En sus tres movimientos: Allegro, Andante y Molto Allegro, la pianista logra con buena ejecución transmitiendo las particularidades de cada movimiento, con el acompañamiento preciso del Quinteto. El programa continúa con la Sinfonía Simple Op.4 para cuerdas, del compositor inglés Benjamín Britten.
Cuatro movimientos, el primero Allegro rítmico, es una danza en forma de sonata, el segundo Presto Possibile, es un pizzicato obstinado de carácter humorístico; el tercero, caracteriza la antigua danza española y el cuarto Prestissimo con fuoco, es un movimiento de gran vitalidad. El Quinteto de cuerdas acoplado, se decanta en los atractivos pizzicatos.
Cierra el concierto con gran ritmo y armonía, disfrutamos de las Danzas Folclóricas Rumanas, del compositor húngaro Béla Bartók, considerado uno de los fundadores de la etnomusicología. En estas danzas se inspira en seis melodías populares de Transilvania: Joc Cu Batá –Danza del bastón-, Brául –Danza en ruedo-, Pe Loc -Pisando-, Buciumeana –Danza de Bucium-, Poarca Románeascá –Polka rumana- y Máruntel – Pasos cortos, danza rápida de pareja-. Excelente interpretación del Quinteto de Cuerdas. El público complacido poseído del contagioso ritmo, aplaude calurosamente.
Felicitaciones a la profesora Edith Hernández De Windt, por haber hecho realidad este VII Festival, que tanto significa para los jóvenes músicos de nuestro país. La música eleva el espíritu. Esperemos el VIII Festival.
