China aseguró hoy haber «compartido datos e información» sobre los casos de covid registrados en el país asiático «de forma responsable», y volvió a pedir a la comunidad internacional que evite «politizar la pandemia».
«China ha estado compartiendo información y datos sobre la covid de forma responsable. La comunidad internacional debe evitar politizar la pandemia», señaló hoy la portavoz de Exteriores Mao Ning en rueda de prensa poco antes de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ofrezca las últimas informaciones sobre la covid y su evolución en el país asiático.
Igualmente, Mi Feng, portavoz de la Comisión Nacional de Salud de China, indicó anoche que «desde el estallido de la pandemia hace tres años, China siempre se ha adherido a una actitud abierta y transparente, y ha mantenido intercambios pragmáticos y cooperado con la OMS y los países y regiones de todo el mundo», recoge la prensa local.
«China ha celebrado dos reuniones de intercambio técnico con la OMS en las que mantuvo discusiones en profundidad sobre la situación pandémica, el tratamiento médico, la vacunación y otras cuestiones. China está dispuesta a continuar la solidaridad y la cooperación con la comunidad internacional, incluida la OMS, para ayudar al mundo a acabar con la pandemia lo antes posible«, aseguró.
La rápida propagación del virus por el país tras retirar la política de «cero covid» ha sembrado dudas sobre la fiabilidad de los datos oficiales de contagios y muertes, que han registrado apenas un puñado de fallecimientos recientes por la enfermedad pese a que localidades y provincias han calculado que una proporción significativa de sus poblaciones se ha contagiado.
El país asiático anunció a finales de diciembre que reabrirá sus fronteras el próximo 8 de enero, por primera vez desde marzo de 2020, lo que ha provocado que varios países hayan decidido en los últimos días exigir a los viajeros procedentes del país asiático test negativos de covid para viajar a sus territorios.
Pekín calificó el martes de «desproporcionadas» las restricciones que han impuesto varios países a los viajeros procedentes de China, como requerir test negativos de covid a los pasajeros llegados del país asiático.
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Por su parte, expertos chinos citados por la prensa local calificaron hoy de «pérdida de tiempo y de recursos» las medidas de prevención que podría imponer hoy el organismo europeo de Respuesta Política Integrada a las Crisis (IPCR) por el aumento de casos en China.
«Exigir tests a cada viajero es innecesario. Muchos países están completamente vacunados para evitar brotes a gran escala. Lo más importante y efectivo ahora sería analizar las secuencias del virus», indica a Global Times el académico Chen Xi, de la Universidad de Yale.
Otros expertos citados por el diario chino aseguran que «lo más importante es que los departamentos de control de enfermedades de todo el mundo sigan monitoreando nuevas variantes y mantengan al público informado».
Según el diario, la variante de ómicron que ahora se está extendiendo en el país asiático «ya se ha encontrado en otros lugares» y que «una nueva variante puede surgir en cualquier parte del planeta, lo que significa que las restricciones de entrada dirigidas a China son del todo innecesarias».
A partir del 8 de enero, la covid dejará de ser una enfermedad de categoría A en China, el nivel de máximo peligro y para cuya contención se exigen las medidas más severas, para convertirse en una de categoría B, que contempla un control más laxo, marcando así en la práctica el fin de la política de ‘cero covid’, desmantelada por las autoridades después de que se produjesen protestas.
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