El editor y director general del Washington Post calificó como “lamentable” que el presidente estadounidense Joe Biden chocara el puño con el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman el viernes. Fred Ryan señaló en un comunicado que el saludo informal con el líder de facto de Arabia Saudí “fue peor que un apretón de manos”.

Las agencias de inteligencia estadounidenses han dicho que creen que el príncipe heredero dio la orden que resultó en el brutal asesinato y desmembramiento del periodista disidente Jamal Khashoggi, que era columnista del periódico.

Ryan añadió que el choque de puños “proyectó un nivel de intimidad y comodidad que proporciona a MBS la redención injustificada que ha estado buscando desesperadamente”, usando las iniciales del nombre del príncipe.

Biden, como candidato a la presidencia, había prometido convertir al reino en un “paria” en respuesta al asesinato, pero empezó a tratar de reconstruir los lazos cuando los precios mundiales de la energía se dispararon tras la invasión rusa a Ucrania.

Tras las críticas por el saludo, Biden salió a defenderse y reveló que habló sobre Khashoggi durante su encuentro con el príncipe heredero saudí. “Con respecto a la muerte de Khashoggi, lo saqué al principio del encuentro, dejando muy claro lo que pensaba sobre eso en ese momento y lo que pienso ahora”, afirmó el mandatario, y aseguró que se expresó de forma “franca y directa” dejando su opinión “muy clara».

“Dije -añadió-, de manera muy directa, que guardar silencio sobre los derechos humanos para un presidente estadounidense es algo que es inconsistente con quiénes somos y quién soy yo. Yo siempre defiendo nuestros valores».

Las palabras de Biden, sin embargo, han quedado eclipsadas por el esperado saludo que ha hecho retumbar la geopolítica de la región. Fue, sin embargo, un gesto frío. El príncipe acudió a recibir a Biden a la entrada del Palacio Real Al Salam de Yeda y, justo cuando el mandatario salía de su limusina negra, se aproximó para chocarle el puño usando un modo de saludo que se popularizó durante la pandemia. No sonrieron, el gesto duró unos segundos