Informe especial. Cuando la escuela es un lugar angustiante
La poca tolerancia de educadores y la presión a los alumnos, las evidencias de acoso en línea y de fraudes de estudiantes en exámenes, el atasco de la comunidad educativa, incluidos profesores, en el mundo tecnológico prueban la urgente transformación curricular y humana que requiere el sistema académico dominicano.
El maestro Ernesto Vantroy Ramírez está seguro de que el periodo a distancia vino a desmontar la gran mentira sobre el desarrollo de las tecnologías pedagógicas en el país.
“Un año escolar cargado de improvisaciones. Todos tuvimos que aprender al vapor. (Esto viene a confirmar qué tanto nos ayudan las crisis para reinventarnos)”, sustenta.
Ese atraso, en relación con otras naciones y la necesidad de avanzar hacia las herramientas tecnológicas es un elemento que cita como lección.
Le duele la insensibilidad de muchos docentes que incapaces de responder a técnicos educativos sometían al estudiantado a alta presión, sin compasión, sin darle tiempo a cumplir con tareas para las que no disponían de dispositivos y sobre las que no orientaban.
“Niños que debieron trabajar con el padre o la madre con pobre escolaridad, para quedar bien con quienes no entienden la realidad de nuestros barrios y pueblos”, lamenta.
Vantroy expone que mientras estudiantes de alto rendimiento descendieron agobiados por la pandemia, otros de bajo rendimiento hicieron fraudes para subir calificaciones.
Contrapeso
Como unas van de cal y otras de… la directora del Departamento de Psicología y Orientación del Ministerio de Educación, Francisca de la Cruz, define la docencia virtual como uno de los mejores logros para salvar el añolectivo en medio de la crisis traída por la covid-19.
Avala su aseveración en que el Estado dotó de computadoras a “todos los docentes” y a “un gran número” de escolares, ofreció conexiones de internet y preparó la programación “en tiempo récord”, más la integración de la familia. “Los resultados finales fueron muy buenos».
Ante las quejas responde que crear una cultura de educación virtual no es tan fácil y consciente de las fallas, dice que lo que falta lo conseguirán en el camino pero sí asegura «los logros han sido mayores, por el trabajo unidos a favor de la educación».
Del abuso por todas las vías y su manejo oficial
Sobre el acoso, la directora del Departamento de Psicología y Orientación del Ministerio de Educación, Francisca de la Cruz, asegura que trabajan con estudiantes sobre la convivencia armoniosa, las relaciones interpersonales, la autorregulación emocional, la tolerancia a la frustración, entre otros factores. Detalla que los pasos implican determinar daños físicos, recoger información con entrevistas a los estudiantes por separado y valorar si la requieren de otros actores. Sigue interrogar a las familias y diseñar la intervención con acosadores y acosados y concluye con las sanciones.
En ciberacoso, De la Cruz dice que solicitan a la web la eliminación del contenido. “En todos los casos, virtuales o presenciales, los estudiantes que así lo requieran son referidos a acompañamiento externo”.
Asevera que las estrategias de prevención y fortalecimiento de la capacidad empática incluyen autocontrol, respeto a la diversidad, a los derechos humanos, frenar la presión de grupo y fomentar toma de decisiones. Esto, enfatiza, amparado en la ley 136-03.
Por cultura de paz hay que trabajar en serio
La directora del Departamento de Psicología y Orientación del Ministerio de Educación, Francisca de la Cruz, defiende los procedimientos para el manejo del acoso, que recoge el Protocolo para la Promoción de la Cultura de Paz y el Buen Trato en los centros educativos.
Refiere las aplicaciones E-mentor para capacitar a cuidadores y docentes contra el abuso en línea con sus múltiples trajes, ciberbullying, sexting, grooming… y E-pana, destinada a niñas, niños y adolescentes. Les indica cómo protegerse y denunciar toda forma de violencia, sin desaprovechar los beneficios del Internet.
https:/educrecursos.minerd.gob.do/ementores/ https:/educrecursos.minerd.gob.do/epana/
De la Cruz asegura que este año lectivo supervisaron cada centro público y privado y que siempre lo harán. Explica que la labor abarca apoyo y continuidad en la aplicación de las orientaciones emanadas del Minerd.
“Los reportes de monitoreos indican seguimiento a las normas de convivencia y acompañamiento de los distritos y regionales”, cita.
Recuerda que la enseñanza-aprendizaje exige interacción constante y desglosa situaciones como que el alumnado no comprendía una tarea o no pudo estar en los espacios de trabajo, familias no veían a tiempo la retroalimentación o no dominaban
las tecnologías, y lo peor, profesores que tampoco y encima la dinámica de aula les complicaba.
La incertidumbre creció con “estudiantes que no seguían las normas, interrumpían y hacían comentarios inapropiados. Para eso, habilitamos áreas en los planteles, acompañados por el equipo de gestión”.
Mantener el equilibrio conllevó dotar de guías por una cultura de paz en la escuela desde entornos virtuales.