República Dominicana hace décadas descuidó los programas de producción de semillas certificadas de leguminosas y cereales, sin rubor se viene sembrando grano comercial (semilla bronca). Otrora se cumplía rigurosamente el proceso de producción de semillas certificadas, que inicia en la fase de la investigación agrícola donde se genera la semilla básica, que luego se transfiere al Departamento de Semillas, para continuar la etapa de multiplicación bajo estricta supervisión técnica, a fin de obtener la semilla certificada. Los productores contratados para el programa de multiplicación deben ser idóneos y su producción pasar las pruebas del laboratorio de semillas.
El Estado se preocupaba por capacitar a sus técnicos en el extranjero en la materia. En este sentido, merece ser atendida la solicitud de 100 millones de pesos que formula Asosemilla, para producir 200 mil quintales de semillas de arroz. La cantidad de dinero es una bagatela.